Mr Bates contra Correos

Esta miniserie británica cuenta la historia de una gran injusticia y de un abuso de poder por parte de una gran empresa (con ayuda estatal), que hizo firmar clausulas abusivas y luego las utilizó para negar los hechos y arruinar la vida de mucha gente.

La serie tiene un buen ritmo, aunque no esperes que este sea muy alto. Las interpretaciones (sobretodo de los protagonistas) son mas que decentes/buenas y el guion es ameno. Se pierde, eso si, en el proceso legal, que a veces no deja muy claro que ha pasado, aunque se acaba explicando.

Una historia de David vs Goliat que tardó dos décadas en resolverse resumida en 4 episodios que demostraran las decenas de trucos que tienen los poderosos con dinero para alargar las batallas legales y acabar haciendo que la justicia, quiera o no el juez, acabe de su lado.

Acostumbrados a la calidad de las series británicas, argumento, guión, actores, interpretación, realización, ambientación, localizaciones, esta serie es una desagradable sorpresa.
Es triste ver como una historia real alucinante (¡y que todavía no ha acabado...!) es contada de una forma tan desestructurada y caótica. Los actores (salvo el protagonista) son mediocres y, puesto que hay alguno/a de ellos que ya hemos visto haciendo buenos papeles en otras series, hay que pensar que el problema está en la definición de los personajes y en la dirección.
Claro está que con un guión que amontona sin lógica narrativa veinte años de historia real de un montón de personas con distintas motivaciones y posiciones en la trama, es imposible que ninguno de los actores pueda desarrollar su personaje de forma consistente. ¡Y mira que los actores ingleses tienen acreditada capacidad!
Las tremendas historias personales nos conmueven muy puntualmente, ya que el guión se decanta por la anécdota. Los directivos de Correos des conciertan más que generan odio y desprecio, ya que el guión no se preocupa de definirlos bien. Los intermediarios legales y políticos son incomprensibles, sobre todo para nuestra cultura legal y política en España, llegando al límite con el abogado que construye la causa final, definiendo un personaje amorfo, sin personalidad y prescindible en la historia. Para colmo, la parte judicial es tan estrambótica que te lleva a preguntarte de qué sistema judicial están hablando. Quizás un inglés lo entienda...
En fin, un desastre de serie para tratar un episodio sangrante de la historia legal y oficial de Gran Bretaña que merecía un tratamiento mucho más coherente. Quizás el tema, por su magnitud, ofrezca material para varias películas y series, o bien para una serie más larga desarrollada por guionistas de verdad y realizada en serio. A lo mejor la hacen algún día...