Crítica de Única superviviente por gjulo

Hoy toca película rusa basada en la historia real de Larissa Savitskaya, ¡la superviviente de un accidente de avión tras caer 5.200 metros y pasar tres días en los bosques Siberianos! Para ser sincera, la película no está hecha con especial brillantez. Se notan los recortes, el "tenemos que durar 1 hora y 30 minutos", el "se nos acaba el presupuesto así que vamos a recortar algunas escenas", y así el final parece muy precipitado. Es una verdadera lástima, porque la película tiene un comienzo excelente, una parte central bastante agradable con la investigación de lo sucedido junto a la supervivencia, con el aspecto soviético añadiendo un poco de emoción, por supuesto, pero el desenlace es malo, y el toque de poesía que se aporta en este punto difícilmente será suficiente para convencernos realmente. Es bastante frustrante. Del mismo modo, aunque la dirección consigue a veces encontrar un cierto estilo (en particular, la escena del accidente, que está bien realizada), en general es un poco plana, aparentemente incapaz de hacer frente a un presupuesto ajustado.
Aparte de eso, la película es evidentemente interesante por su historia real, increíble y trágica a la vez, que tiene un ritmo bastante bueno y trata realmente de aportar alma y profundidad, con un espíritu muy "ruso”. Además, la película cuenta con bellos decorados, una reconstrucción de época bastante cuidada y un reparto atractivo. Nadejda Kaleganova interpreta muy bien su papel y ha sido muy bien preparada por la mujer a la que interpreta en la pantalla. El resto del reparto también es atractivo, con el siempre excelente Viktor Dobronravov en particular, que es realmente carismático y hereda un personaje menos tópico y caricaturesco de lo que cabría esperar.
En conjunto, es una buena película, bien hecha y agradable, pero todavía un poco pequeña. Aunque evita la temida sensación de "documental", su falta de recursos y su duración más bien corta para una película que tiene tanto que decir hacen que nos quedemos con ganas de más. Una pena.