Crítica de Un principe para la Navidad por gjulo
Redactada: 2025-02-22
Siempre es buena época para ver un romance de Hallmark, y que mejor que esté ambientado en Navidad con un príncipe de un país inventado que no encuentra novia que le interese. También tenemos a la plebeya americana, que le enseña lo que es la vida y le hace cambiar sus valores para siempre en una semana (imaginaros al rey Carlos, si ese que no sabe usar el boli, yéndose a California una semana y volver convertido en la madre Teresa de Calcula, eh? Cómo te quedas ?) Como todo buen país imaginario que se precie, el príncipe rebelde es enviado a cualquier ciudad estadounidense a trabajar por la comunidad durante una semana y así reformarse y demostrar que será un gran rey. Se juntará con las comunidades pobres que le esperan como el agua de mayo, eso si no le esperes que vaya al Bronx o que ayude a los vagabundos puestos de fentanilo… no… veo que aún no os hacéis una imagen clara, imaginaros que el rey de Bután viene a España para demostrar que puede gobernar Bután y se pasea por barrios como Las Barranquillas, Pitis, Pan Bendito… (al igual que Felipe que va todos los días) pues lo mismo. Pues este rey se enamora de una divorciada (os suena no? Una osadía) que, encima, tiene una hija adolescente (los puritanos amando a nuestra Leti con un ojo puesto en Noruega). El resto os lo imagináis, ella miente, él lo descubre, enfado, baile de gala y vivieron felices para siempre. Se deja ver, pero es mala.
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Comentarios
Son… tan, tan que me acabó riendo siempre con los príncipes de las galletas