Crítica de Tiempos modernos por cinefago78

"Tiempos modernos" es una de las películas más emblemáticas de la época dorada del cine mudo.

La película de 1936, dirigida y protagonizada por el genio cómico Charles Chaplin, es un tour de force del cine cómico y satírico que satiriza la deshumanización y la alienación del trabajador industrial moderno. La trama sigue al icónico personaje de Chaplin, un obrero de fábrica que lucha por sobrevivir en un mundo industrializado cada vez más deshumanizado. Con ingenio y creatividad, la película explora temas como la opresión del sistema capitalista, la pérdida de la humanidad y la búsqueda de la libertad y la felicidad en un mundo cada vez más deshumanizado.

La cinematografía en blanco y negro de "Tiempos modernos" es una obra maestra en sí misma, con una combinación de ángulos de cámara ingeniosos, iluminación dramática y composiciones de imagen impresionantes. La música, también compuesta por Chaplin, es igualmente impresionante, combinando una mezcla de ritmos frenéticos y nostálgicos que enfatizan los altibajos emocionales de la trama.

La actuación de Chaplin es, por supuesto, excepcional, como siempre lo ha sido. Su habilidad como actor y director es evidente en cada escena, con una expresividad facial y corporal que pocos actores pueden igualar. Además, su capacidad para entrelazar la comedia y el drama es impresionante, lo que resulta en una película que es tanto emocionante como hilarante.

Chaplin creó una película que sigue siendo relevante hoy en día, y su mensaje de lucha contra la opresión y la búsqueda de la libertad y la felicidad resuena tanto hoy como lo hizo hace casi un siglo.