Crítica de The Boogeyman por gjulo

Adormecido desde hace tiempo en el oscuro imaginario de los terrores infantiles, el hombre del saco vuelve a la gran pantalla en esta adaptación del cuento homónimo de Stephen King, extraído de la colección "Danza Macabra" de 1978. Aunque el formato de cortometraje ya se ha utilizado en dos ocasiones para poner imágenes a las palabras de esta historia, esta vez es el formato de largometraje el elegido para apoyar esta amenaza oculta en la oscuridad de la habitación de un niño, Con Rob Savage detrás de la cámara y la presencia del dúo de guionistas Scott Beck & Bryan Woods (capaces tanto de un eficaz "En el silencio" como de un insípido "65"). Enciende la luz, comprueba las puertas entreabiertas, mira debajo de la cama, el hombre del saco está al acecho para saciar su hambre de pequeños humanos asustados y, con él, la cuestión de si hay o no algo interesante que desarrollar siguiendo la estela del cuento (y de risas) o de otras películas que han tratado sobre esta criatura (con su héroe constantemente aterrorizado por las puertas de los armarios, 'Boogeyman' de 2005 era muy buena en risas involuntarias). Todavía conmocionados por la muerte de su esposa/madre, un padre psicólogo y sus dos hijas ven cómo sus vidas vuelven a dar un vuelco con la llegada de un extraño que afirma que sus hijas han sido asesinadas por una misteriosa criatura... Aunque no esperábamos gran cosa, hay que reconocer que la primera parte de "The Boogeyman" nos ha sorprendido gratamente, concentrándose ante todo en la atmósfera trágica que impregna la dinámica de su trío protagonista, con un padre que, incapaz de compartir su propio sufrimiento con sus hijas, sólo sirve para hacerlas aún más cautivas de su pena... Y de las garras de un hombre del saco que interfiere hábilmente en sus vidas cotidianas a través del personaje de Billings (héroe de la historia corta) para ofrecer nuevas perspectivas más allá del contenido original de la misma.
Aunque las primeras apariciones de la criatura no sorprenderán a los conocedores del género, tienen la buena idea de no revelar demasiado (sobre todo jugando con efectos de iluminación fugaces -la bola luminosa de la hija menor es la mejor idea de todas-) para hacerse eco del dolor palpable de estos personajes incapaces de superar juntos su tristeza. Desgraciadamente, a pesar de estas buenas intenciones iniciales, "The Boogeyman" empieza peligrosamente a pillarse los dedos al tener poco que ofrecer más allá de eso, cayendo en un patrón extremadamente rutinario para una película de terror contemporánea en la que la preparación de los ataques del monstruo se mezcla con secuencias que repiten sin cesar, el dolor que habita en los humanos potenciales a ser devorados y con investigaciones ultra-clásicas (por no decir demasiado fáciles) sobre la presencia de la bestia y los medios para enfrentarse a ella. Es cierto que la película sigue trazando un interesante paralelismo entre la responsabilidad del padre que calla y el hombre del saco que se aprovecha del sufrimiento de sus hijas para volverlo en su contra, pero a mitad de camino, Rob Savage da realmente la impresión de haber agotado la mayor parte de su munición a la espera de dirigirse hacia un inevitable y previsible acto final en el que, como sabemos, el desenlace será inevitablement e curar a estos personajes en la adversidad de un enfrentamiento directo con la malvada encarnación de sus males. A partir de ahí, y sin ser nunca vergonzosa en cuanto a ejecución, "The Boogeyman" sólo puede pretender provocar una educada indiferencia hasta su resolución, a veces incluso llenando el tiempo con secuencias descaradamente inútiles y lentas (la fiesta) y, sobre todo, traicionando los límites de su archiconocida temática en lo convencional del cine de terror actual. En definitiva, más allá de unos personajes convincentes y de un planteamiento trágico que sostiene para escenificar esta nueva aventura de un hombre del saco hambriento, la película de Rob Savage se vuelve tan genérica como su título.