Crítica de Spiral: Saw por Obscuritas

Después de años alargando la saga original con excusas y giros de guión cada vez menos creíbles, llegó un momento en el que no había forma humana de alargarla más, así que para seguir explotando el producto se sacaron esta especie de spin off de la manga.

Tenemos a un intento de imitador de Jigsaw, con su muñequito y todo, y pensaba que al menos las torturas y las muertes, los juegos, serían un espectáculo de sangre y vísceras, porque por muy absurdos que fueran los argumentos ya, al menos en Saw había escenas de lo más explícitas. Pues la verdad es que dejan bastante que desear, además de que Jigsaw, dentro de lo cuestionable de sus métodos, daba la oportunidad de escapar, de hecho había gente que lo conseguía y algunos se convertían en sus discípulos , mientras que aquí no es así.

Y comete un error terrible en el momento en el que nos enseña todos los juegos, y a todas las víctimas, en mayor o menor medida, menos a una. Es de primero de serie/película que sin muerte en pantalla, o al menos pruebas consistentes, es muy sospechoso, por lo que el final es de lo más predecible. Y hablando del final, da la sensación de que en medio del rodaje de repente se quedaron sin presupuesto y puf, les cortaron la luz y por tanto las cámaras. Que sí, que se nota que ese final tiene toda la intención de una secuela que tengo mis dudas de que llegue, pero es muy pero que muy brusco, literalmente está sucediendo una escena y hace puf y salen los créditos y no pasa nada más, ni una triste escena post créditos.

En cuanto al reparto, tenemos a Marisol Nichols y Max Minghella, que parece que pasaban por allí, ella sobre todo no parece tener mucha idea de por qué o para qué, a Chris Rock, que se pasa toda la película poniendo cara de intenso, que viene siendo cara de estar oliendo algo horrible, y a Samuel L. Jackson, que aparece menos que nada pero te plantan su nombre en el cartel como reclamo.

Tenía toda la pinta de ser mala, pero es peor.