Crítica de Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City por MrPenguin

Como gran seguidor de la saga de Resident Evil, solo tengo dos cosas claras a estas alturas de la vida: que nunca va a realizarse una adaptación que haga justicia a los juegos y que, pese a ello, siempre habrá alguien dispuesto a intentarlo. Solo así se explica que sigan saliendo productos como 'Welcome To Raccoon City', un nuevo reboot para la franquicia que, en teoría, prometía ser la más fiel reconstrucción jamás realizada sobre el terrorífico universo creado por Capcom. Digo "en teoría" porque, a la hora de la verdad, toda esa fidelidad queda relegada únicamente al plano más superficial de la historia. Esto se traduce en frecuentes referencias a los juegos, personajes conocidos y un gran diseño de producción que nos permitirá visitar algunos de los emplazamientos más icónicos de la saga —la comisaría y la Mansión Spencer están calcaditas—, pero también en un perezoso desarrollo argumental que acaba discurriendo por caminos ya demasiado trillados dentro del género zombie.

Todo esto tampoco tendría por qué ser algo negativo si al menos funcionase bien dentro de su condición de cine palomitero, pero entonces viene el principal problema de la película: sus personajes. Por razones que escapan a mi comprensión, solo tenemos dos perfiles de personajes en el guion: los pringaos —esto realmente se aplica solo al pobre Leon— y los sassy bitches —todos los demás—. El primero queda reducido a alivio cómico y los segundos a ese tipo de personaje cansino que estás deseando que se carguen en cada escena, aunque el escaso componente violento de la película nos privará de que haya una buena carnicería como muchos hubiéramos querido. Es ahí donde se nota la falta de ambición de un reboot que, salvando su conseguida ambientación, ni toma el más mínimo riesgo ni es capaz de escapar de la mediocridad en ningún otro apartado. Otra nueva decepción para una saga que vuelve a demostrar, una vez más, que nada podrá igualar la fantástica experiencia que supone adentrarse en sus videojuegos.