Crítica de Ninja Turtles: Caos mutante por MrPenguin

Solo ha pasado un año desde su última película, pero nuestras tortugas parlantes favoritas están ya de regreso y lo hacen con la sorprendente 'Ninja Turtles: Mutant Mayhem', un nuevo reinicio animado para la saga y todo un espectáculo audiovisual tan capaz de apelar a la nostalgia más noventera como de conectar con las nuevas generaciones. Esto es así porque los personajes mantienen la esencia de la icónica serie de finales de los 80, solo que pasada por los filtros de la cultura pop moderna y acompañada por los problemas típicos de la juventud actual. Leonardo sigue siendo el líder, Donatello el cerebrito, Raphael el rebelde, Michelangelo el bromista y todos a su vez siguen siendo tortugas ninja mutantes adolescentes amantes de la pizza, pero con un especial énfasis en esa parte adolescente que hace que la película, aun siendo principalmente una historia de aventuras, funcione a su vez como un coming-of-age donde nuestros antropomórficos personajes lucharán por ser aceptados dentro del mundo que les rodea.

El resultado es una película que destila personalidad por los cuatro costados, plagada de humor y referencias culturales —muy fan de las del UCM y 'Shingeki no Kyojin'—, con un buen equilibrio entre drama juvenil y cinta de acción y esbozada sobre un apartado técnico absolutamente maravilloso. La influencia del caleidoscópico estilo de animación de 'Into the Spider-Verse' es más que notable, aunque apostando aquí por un trazo más imperfecto, cercano al cómic, tan creativo en su enfoque como hipnótico en su explosiva ejecución. La envolvente banda sonora compuesta por Trent Reznor y Atticus Ross, sumada al carisma aportado por nombres como Jackie Chan, Giancarlo Esposito o John Cena a las voces —al menos en VO—, consigue poner la guinda a esta colorida, trepidante y divertida reimaginación del universo de las Tortugas Ninja que volverá a despertar al niño que muchos, especialmente los que crecimos con estos personajes, llevamos dentro. Ahora, y más que nunca: ¡Cowabunga!