Redactada: 2024-02-23
A pesar de que se llama Misión imposible ya desde la primera entrega, por lo que recuerdo haber visto de la saga y por lo que he leído de la última estrenada, es como Fast & Furious, va siendo más imposible según avanza la saga. Aunque recuerda más a otra saga, la de James Bond, con los agentes infiltrados, los cachivaches que utilizan en sus misiones, etc.

La manera en que aparece el título de la película es muy noventero, pero más que al cine de la época me ha recordado a una serie, parece el comienzo de algún capítulo de una serie de policías. Lo mejor, por supuesto, la canción creada por Danny Elfman.

Me hace mucha gracia que, justo antes de que Ethan se caracterice como el gobernador sale el real por televisión y se nota mucho que es otra persona caracterizada de la misma manera para que no cante luego tanto la diferencia, así no se ve tan falso. Problemas de los 90, imagino, no había la misma tecnología que ahora, aunque la siguiente vez que hacen lo mismo, en esta misma película, está bastante mejor hecho.

Lo que no me esperaba, y eso que ya había visto esta primera entrega pero la había olvidado por completo, era que fueran muriendo todos los miembros del equipo, y aunque alguna de esas muertes resulta muy falsa y te hace dudar, y con razón, una en concreto más que las demás, sobre todo la primera provoca verdadero shock, y me ha recordado a otra saga, Destino final. Aunque para falsa la conversación en la cafetería, no me extraña que Ethan se dé cuenta, incluso si no hubiera visto a todos los demás agentes, pero es que para ser agentes secretos, no he visto a alguien mentir y actuar tan mal en la vida.

Y todo esto ha pasado en la primera media hora de película, ojo. Por lo que la misión en realidad es otra, la que viene a partir de ahí. Que, por cierto, también sutil la manera de resaltar la Biblia, justo en el centro además, mientras anda buscando en el ordenador. Y como tenemos una nueva misión, necesitamos un nuevo equipo. Es en esta misión en la que veremos LA escena, la más famosa no sólo de esta película, sino de toda la saga, seguro, la que siempre sale en todas partes. Aunque me parece que la verdadera misión imposible es que no se le caigan las gafas en esa escena, a mí me cuesta mantenerlas en su sitio estando sentada tranquilamente.

Volviendo a la comparación con Fast & Furious, esta es la más pura, obviamente, la más sencilla, con Tom Cruise haciendo gala de sus capacidades físicas, aunque en esta no se le ve correr como acostumbra, pero sí escenas de esas que tanto le gustan, sobre todo al final. Pero también ha envejecido un poco mal, para ser de finales de los 90, y el helicóptero de juguete canta demasiado, por poner un ejemplo. Pero, si desconectas la neurona en algunos momentos que rozan la ciencia ficción o la fantasía, es una película entretenida de espionaje, traiciones, agentes encubiertos, el típico objeto que codicia todo el mundo y buenas escenas de acción, y lo mejor de todo es que no llega a las dos horas, así que es bastante asequible, además de conocer aquí a Ethan Hunt, uno de los personajes más conocidos de Cruise, y ya el final deja claro que había intención de hacer una segunda parte.

Respecto al reparto, aparte del evidente protagonista, tenemos también otras caras conocidas como Emilio Estévez, Kristin Scott Thomas, Jon Voight, Jean Reno o Vanessa Redgrave. Y eso de que Emmanuelle Béart interprete a la mujer del personaje de Jon Voight, que hay una diferencia de 25 años entre ellos... Luego decimos de James Bond, pero pensaba que eso se había quedado allá por los 60/70 con él, no casi en el 2000.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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