Crítica de Memorias de una geisha por MrPenguin

Según me ha dicho Google, el término geisha proviene de 芸 (gei), que significa arte o actuación, y 者 (sha), que significa persona. O, dicho más poéticamente, persona que ameniza con su arte. Y, de algún modo, eso es precisamente 'Memorias de una geisha': arte que entretiene. Todo un despliegue de deslumbrantes estímulos audiovisuales conjugados alrededor de la figura de Chiyo, una niña de nueve años que es vendida por sus padres a una casa de geishas y cuya vida, a medio camino entre el drama romántico y la fábula histórica, da lugar a un conmovedor relato marcado por su espectacular fotografía, unas actuaciones impecables —mención especial a la siempre maravillosa Zhang Ziyi— y la magnífica banda sonora del mítico John Williams.

Sé que hubo mucha polémica alrededor de esta película (y de la novela en que está basada) por no mostrar de manera fiel lo que realmente es una geisha, y también porque el reparto incluía actrices no japonesas y además está rodada en inglés. Personalmente creo que no hay problema siempre que consideremos a esto como lo que es: una película y no un documental. Si queremos rigor siempre tendremos el libro 'Vida de una geisha' escrito por la propia Mineko Iwasaki, la geisha que inspiró la novela en la que se basa la película.

En definitiva, 'Memorias de una geisha' no creo que busque ser una fiel reproducción del mundo de las geishas, sino un espectáculo visual y emocional en forma de fábula. Que lo consiga o no ya depende de cada uno, así que lo mejor es dejarse llevar solo por su historia y nada más.