Crítica de La oveja Shaun: La película por Obscuritas

La nominación de su secuela a los Oscars y los desafíos de la página hicieron que terminara viendo esta primera parte por si era necesario para entender la segunda. No, no era necesario, aunque ambas parten de la serie animada de La oveja Shaun, que no he visto ni tengo intención de ver, en cada película nos muestran una aventura diferente e independiente de los animales de la granja, por lo que se pueden ver por separado sin ningún problema.

Partimos, una vez más, de que, salvo un par de excepciones, no puedo con la animación stop motion, es que no me gusta nada, así que ya sólo por eso me cuesta entrar en este tipo de películas, me provocan mucho rechazo. Pero una vez que te acostumbras, si como a mí no te convence el estilo de animación, o intentas ver más allá, es una aventura de unos animales muy traviesos y con un comportamiento muy humano.

La oveja Shaun, por lo visto en esta película y por lo que he leído acerca de la serie, siempre anda intentando librarse del granjero y de sus responsabilidades en la granja, por lo que aquí idea un plan para conseguirlo, al menos durante un rato. Lo que seguramente nadie esperaba era que ese rato se haría mucho más largo y se convertiría en toda una aventura de los animales por la ciudad. Obviamente tiene mensajes como que siempre intentan librarse de él pero luego descubren que sin él no son nada y la granja no funciona igual, que se necesitan los unos a los otros, y que en realidad los aprecia y les permite descansar igualmente sin tanta artimaña.

No es mi tipo de película, más allá de la animación. Es cierto que el comportamiento de los animales resulta muy curioso y tiene algún punto divertido, y es interesante ver todo lo que maquinan y cómo piensan, pero creo que está dirigida a un público muy infantil que seguramente la disfrutará mucho más y se reirá con estos animales tan inteligentes.