Crítica de La novena configuración por gjulo

Desde las primeras imágenes, la película nos sumerge en un universo absurdo y fascinante que nos cautiva de inmediato. En un primer momento, uno podría pensar que se ha dejado caer en una película olvidada de Terry Gilliam, una obra a medio camino entre lo fantástico y lo burlesco. Pero, en realidad, la comparación no se sostiene por mucho tiempo, ya que la película resulta ser totalmente inclasificable y, al final, diferente a cualquier otra. William Peter Blatty mezcla los géneros con talento, respaldado por un guión totalmente imprevisible y sorprendente. Las carcajadas más francas se mezclan aquí con preguntas filosóficas e inquietudes profundas. Comienza con una magnífica introducción, amenizada por una hermosa canción, y poco a poco la trama se desarrolla y resulta realmente apasionante. La acción se desarrolla en un psiquiátrico militar al que llega un nuevo y enigmático psiquiatra jefe. Este personaje ambiguo es realmente interesante porque no sabemos cuáles pueden ser sus motivaciones. En torno a él se desarrolla un verdadero misterio, acentuado por sus relaciones con el personal médico y sus pacientes. Me parece que la relación entre Kane, el psiquiatra, y Cutshaw, el astronauta, es el rasgo dominante de la trama, precisamente por la ambigüedad de los dos protagonistas. Estamos constantemente sumidos en la duda, una duda bañada en locura, y es sencillamente genial. Los personajes son ágiles y están bien desarrollados, lo que no sólo los hace entrañables, sino sobre todo interesantes.