Redactada: 2025-05-03
Podrán decirse muchas cosas sobre Alex Scharfman, pero que no sea un director valiente no es, desde luego, una de ellas. Ya no solo por tener el arrojo de debutar con una película de unicornios, sino por haberla concebido, además, como una suerte de crossover entre sátira anticapitalista, drama paternofilial y monster movie donde nuestros caballos mágicos favoritos, tan majestuosos como letales, se dedicarán a impartir justicia poética a golpe de cuerno. Todo se cubre de desconcierto mientras la sangre de tan regias criaturas, conservando aquí las propiedades sanadoras que los mitos prometen, se convertirá, tras un fatídico accidente, en el oscuro —y potencialmente lucrativo— objeto de deseo de un CEO multimillonario. El problema para él, así como para el resto de ricachones chupasangres, es que Scharfman no está interesado en representar a los unicornios como los seres dóciles que la ficción suele mostrarnos, sino más bien como bestias feroces más propias de un capítulo del Apocalipsis que, por mucho que me gustase verlo, de uno de 'My Little Pony'.

La premisa parecía invitarnos a un auténtico delirio de proporciones mitológicas; el resultado final, en cambio, quizás no tanto. Y no porque no haya buenas dosis de sangre, empalamientos y surrealismo equino, sino porque resulta algo decepcionante que una película sobre unicornios vengadores, con todas las posibilidades que ello encerraba, no acabe destacando ni el aspecto cómico, donde apenas ofrece ciertos destellos de lucidez, ni, del mismo modo, en esa supuesta crítica hacia la clase adinerada que, por desgracia, se acaba desvaneciendo bajo la arquetípica sombra de unos personajes demasiado caricaturizados. Que parezca funcionar mejor en la dinámica que mantienen Jenna Ortega y Paul Rudd en sus respectivos papeles de adolescente inconformista y padre resignado ya es, cuanto menos, bastante significativo, aunque tampoco se puede negar que 'Death of a Unicorn' posee, pese a todo, cierto encanto para amantes del gore ecuestre, los personajes sobreactuados y el CGI de mercadillo. Posible placer culpable más raro que un unicornio y, por supuesto, mucho menos legendario.
Guion
0 ✮
Banda sonora
0 ✮
Interpretación
0 ✮
Efectos
0 ✮
Ritmo
0 ✮
Entretenimiento
0 ✮
Complejidad
0 ✮
Sentimiento
0 ✮
Duracion
0 ✮
Credibilidad
0 ✮
Fotografía
0 ✮
Dirección
0 ✮

Valoraciones en tu crítica:

Comentarios

Todavía no hay comentarios

Otras críticas de La muerte del unicornio