Crítica de La boda de mi mejor amigo por Obscuritas
Redactada: 2024-01-04
Joder qué larga se me ha hecho la intro, cuando ha empezado digo pero esto qué es, y encima no se acababa nunca... Qué turbios los noventa.
Una comedia romántica de las más conocidas no sólo de los noventa, sino también de Julia Roberts, la reina del género y novia de América, aunque no había llegado a verla. Y ahora no dejo de pensar en que todo es muy pero que muy tóxico, señores. Entiendo lo de tener sentimientos por el mejor amigo, es muy típico, y lo de intentar parar una boda también, pero la manera en que lo hace, todo lo que maquina... No sólo es muy egoísta, es retorcido. Pero aparte de eso, la relación entre Michael y Kimberly es de lo que no hay, que ella esté dispuesta a dejarlo todo por él, a renunciar a sus estudios, su vida y para colmo su forma de pensar, porque la manera en la que recula en la discusión después de por fin decirle que no quiere dejar la carrera, diciendo que toda la culpa la tiene ella y que no volverá a decir nada...
Pero también tiene puntos muy buenos, esa comida de ensayo es pura fantasía, lo que me he podido reír, y los momentos con George, o los otros tres cantando, que parecían Alvin y las ardillas. Pero sobre todo la química que hay entre Julia Roberts y Dermot Mulroney, la manera en la que ella le mira... eso sí que es una fantasía y lo que sostiene toda la película mientras tienes que hacer esfuerzos titánicos para creerte que Cameron Diaz tiene veinte años.
El final es agridulce, no es habitual, pero me ha parecido una maravilla que te deja con una sonrisa de oreja a oreja.
Siempre espectadora, nunca protagonista.
Una comedia romántica de las más conocidas no sólo de los noventa, sino también de Julia Roberts, la reina del género y novia de América, aunque no había llegado a verla. Y ahora no dejo de pensar en que todo es muy pero que muy tóxico, señores. Entiendo lo de tener sentimientos por el mejor amigo, es muy típico, y lo de intentar parar una boda también, pero la manera en que lo hace, todo lo que maquina... No sólo es muy egoísta, es retorcido. Pero aparte de eso, la relación entre Michael y Kimberly es de lo que no hay, que ella esté dispuesta a dejarlo todo por él, a renunciar a sus estudios, su vida y para colmo su forma de pensar, porque la manera en la que recula en la discusión después de por fin decirle que no quiere dejar la carrera, diciendo que toda la culpa la tiene ella y que no volverá a decir nada...
Pero también tiene puntos muy buenos, esa comida de ensayo es pura fantasía, lo que me he podido reír, y los momentos con George, o los otros tres cantando, que parecían Alvin y las ardillas. Pero sobre todo la química que hay entre Julia Roberts y Dermot Mulroney, la manera en la que ella le mira... eso sí que es una fantasía y lo que sostiene toda la película mientras tienes que hacer esfuerzos titánicos para creerte que Cameron Diaz tiene veinte años.
El final es agridulce, no es habitual, pero me ha parecido una maravilla que te deja con una sonrisa de oreja a oreja.
Siempre espectadora, nunca protagonista.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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