Crítica de El insoportable peso de un talento descomunal por MrPenguin

Siempre que veo una película de Nicolas Cage me digo a mí mismo que esa va a ser la última vez que lo haga y, sin embargo, aquí estoy para hablar de su nueva aventura cinematográfica: 'El insoportable peso de un talento descomunal', una peculiar comedia plagada de metahumor donde el bueno de Nick se interpreta a sí mismo. Los problemas económicos de Nicolas, su tendencia a la sobreactuación, su faceta como meme andante o su afición a estrenar veinte películas de dudosa calidad al año son solo algunos de los aspectos plasmados en su álter ego, un actor venido a menos que decide aceptar un millón de dólares para asistir a Mallorca al cumpleaños de un superfan excéntrico y millonario (interpretado por un gran Pedro Pascal). Pero claro, no hay días normales en la vida de Nick Cage, así que lo que en principio parecían casi unas vacaciones pagadas acabará derivando en una disparatada buddy movie llena de guiños a su irregular filmografía.

Obviamente, el hecho de que el propio Nicolas sea productor de la película se nota mucho en el tono de la misma, mucho más dado hacia la sátira sutil y el autohomenaje que hacia la burla y la autoparodia más descarnadas, lo cual afecta bastante a la sensación cómica final. Me quedo con algunos momentos estelares, con la buena química entre Nick y Pedro y con el debut en Hollywood de nuestro Paco León (teñido de rubio platino y hablando un inglés más que decente el tío), pero, en líneas generales, creo que le falta ese plus de mala leche que la habría convertido en una película más destacable. En definitiva, un simpático pero complaciente ejercicio de metacine que hará las delicias de los seguidores más fieles del icónico actor, quienes, para bien o para mal, encontrarán aquí a un Nicolas más en su salsa que nunca. Vamos, Cage para los muy Cageteros.