Crítica de Blind Waters por gjulo

“Blind Waters” , dirigida por Anthony C. Ferrante, intenta ofrecer una nueva perspectiva dentro del subgénero de terror con tiburones ambientado en alta mar donde la protagonista se queda temporalmente ciega tras un ataque. Una idea interesante que la obliga a enfrentarse al depredador sin uno de sus sentidos más esenciales. Sin embargo, más allá de esa premisa prometedora, la película no logra sostener la tensión ni construir una atmósfera verdaderamente opresiva. El guion se apoya demasiado en clichés del género, con personajes que toman decisiones poco creíbles y una subtrama de asesino peligroso que también te encuentras en medio del océano cuando estás a la deriva que se siente forzada. Además, la falta de química entre sus protagonistas y la dirección plana limitan cualquier intento de profundidad. El tiburón, creado con un CGI es poco convincente, pierde impacto visual y amenaza, lo que resulta fatal para una historia que depende de la sensación constante de peligro y que se toma en serio así misma. Lo que pudo haber sido un thriller psicológico angustiante se queda en una producción que no aprovecha sus mejores ideas.”Blind Waters” se queda flotando entre el drama, el survival y el horror sin comprometerse del todo con ninguno, y termina siendo una película más, convirtiéndose en una experiencia olvidable dentro del ya saturado océano del cine de criaturas marinas, sin lograr destacar. Ideal solo para fanáticos empedernidos del género o curiosos con expectativas moderadas.