Crítica de Apex (Depredador alpha) por MrPenguin

Hace unos meses nadie era capaz de entender el declive de la carrera de Bruce Willis ni su reciente tendencia a sacar veinte películas al año, todas ellas destinadas además al estreno directo en plataformas de streaming. Solo la triste noticia acerca de su enfermedad y prematura retirada podía dar explicación a su participación en productos como 'Apex', una propuesta de bajísima calidad donde el actor nos deja uno de los peores personajes de toda su carrera. No por su culpa, sino porque la película no tiene ni el presupuesto ni el talento necesarios para ofrecer algo destacable y acaba relegando a Bruce al papel de Thomas Malone, un estereotipo andante que, en punto indeteminado del futuro, es liberado de la cárcel con una condición: participar en un juego de supervivencia donde un grupo de ricachones aburridos intentarán darle caza.

'Apex' se sitúa así como la enésima vuelta de tuerca al trilladísimo concepto de los survival games, solo que sin los medios ni el atractivo de otros grandes títulos de su género. Su ambientación futurista es utilizada únicamente para que la tecnología solucione ciertos agujeros de guion al más puro estilo "lo hizo un mago", las escenas de acción son pobres y escasas, los diálogos artificiales y forzados y los personajes destilan el mismo carisma que un pistacho, cosa que intenta enmendar un Bruce Willis al que solo le faltan las alpargatas y la bata para pasarse toda la peli en modo abuelo. Y no lo digo por su edad, no, sino porque 'Apex' resulta tan triste como film de acción que a Bruce le basta con ir por ahí paseando por el monte mientras los "cazadores" no son capaces ni de hacer la o con un canuto. En definitiva, un festival de cutrez, desgana y tedio para uno de los puntos más bajos en la carrera de un gran actor que, por suerte, será recordado por papeles mejores.