Críticas de The Ridiculous 6

Bueno, a ver, yo soy de risa fácil así que me reí en algún momento pero no es mi tipo de humor. Humor de Adam Sandler. El cómputo general es que se hace llevadera. Lo más duro es la introducción, yo en los primeros 15-30 minutos pensé que no iba a aguantar la película entera. La historia no es una maravilla pero funcional. Pues... peli para ver un domingo por la tarde.

Para ser una película de Happy Madison con todo el humor habitual de Sandler (a diferencia por ejemplo de lo que ocurría en Murder Mistery), el resultado final es bastante decente.

El humor tiene esos chistes escatológicos clásicos de Sandler, pero no es tan habitual, y para la premisa que plantean, prácticamente no hay humor racista, y tal vez lo peor en ese aspecto es el whitewashing de poner a Rob Schneider como mexicano, o al propio Sandler como nativo americano o, siendo más correctos, como un blanco adoptado por nativos (pero que al final consiste en tenerle vestido de indígena y haciendo cosas estereotípicas).

Sin embargo me he acabado riendo unas cuantas veces con el humor que se apoya principalmente en el slapstick y el absurdo.

Ya la historia resulta de lo más cliché y esto lo podría pasar porque resulta bastante entretenida para ser algo que se ha visto decenas de veces antes, si no fuera porque la película ya la venden como seis hermanos que no se parecen ni en el blanco de los ojos en una aventura, y hasta la mitad del film no se encuentran todos. Eso sin considerar en la cantidad de veces que encuentra un nuevo hermano casi como un «yo es que pasaba por aquí y resulta que mi padre es el mismo que el vuestro», que la primera vez, por la situación en la que ocurre, tiene su gracia, pero ya cuando se va repitiendo parece que no supieran como introducir nuevos personajes; con lo fácil que hubiera resultado presentarlos todos al comienzo con cualquier excusa...

De los personajes pues no hay mucho que decir, tiene una característica básica de la que surgen los chistes que hacen y tienen algún momento para brillar en la cinta con alguna «habilidad»; excepto el personaje de Adam Sandler que es un Gary Stu y básicamente tiene poderes mágicos y no es hasta el final que lo vemos mínimamente vulnerable.

En definitiva, para ser una película de Happy Madison me ha sorprendido gratamente, no es ninguna maravilla, pero me lo he llegado a pasar bien durante la mayor parte del tiempo; incluso tengo algo de ganas por que tuviera una secuela en la que nos ahorráramos toda la presentación de personajes (y tal vez nos presentaran una historia menos cliché y previsible) para ir directo a la acción y los gags, y ver qué tal funcionaría.