Críticas de The Normal Heart

The Normal Heart es una potente película emocional que ofrece una valiosa lección de historia sobre los 1º días del VIH. Los personajes son ficticios pero los eventos y las luchas son demasiado reales. La película dramatiza la negligencia de las administraciones de New York y muestra la complejidad de las luchas dentro de comunidad gay cuando intentaron enfrentarse a esta epidemia mientras desafiaban una cultura que apenas reconocía su existencia. Algunas escenas son simplemente desgarradoras. Destacar también las buenas interpretaciones del reparto especialmente de Mark Ruffalo y Matt Boomer.

Una película que nos acerca a las primeras apariciones del VIH en Estados Unidos y su complejidad debido a los prejuicios sociales que acompañaban a la enfermedad. Una época en la que el colectivo LGTB debía permanecer en la sombra si no quería arriesgar su vida social, su puesto de trabajo o su vida, y esta enfermedad era como ponerse un cartel de luces de neón con la palabra "gay".

Si os gustan este tipo de películas, recomiendo encarecidamente ver "Dallas buyers club". Podríamos decir que es algo así como una continuación en el tiempo de cómo fue evolucionando la enfermedad, las medicinas y la actuación de la sociedad y el gobierno frente a este enemigo que, a día de hoy, sigue con nosotros.

Le dedico esta critica/opinión a Ángel, mi primer amigo gay y gran maestro de vida y mejor persona. Con una historia que seria merecedora de un guión y que quizás algún dia me de por escribir.
Me han dejado con el culo roto y perdón por la expresión pues puede parecer que es en tono burlesco, pero no, es literal. Cojamos aire.
Basada en el libro del mismo título de Larry Kramer también guionista y parte implicada en lla historia conjuntamente con Ryan Murphy, su creador.
Nueva York años ochenta, el disco y el glamour le han abierto la puerta del armario a la comunidad homosexual tanto tiempo oprimida. Y lo va a celebrar por todo lo alto.
Que el neon y la purpurina hablen por sí solos. Y que guapos se ponen todos.
Pero no todo van a ser alegrías (como casi siempre) y a la vuelta de la esquina con Studio 54 se van a encontrar con su peor enemigo.
Un asesino silencioso que obligará al colectivo a tomar las armas, ponerse en pie de guerra y luchar por su supervivencia. Y por supuesto a pelearse con las autoridades y
a sufrir el desgaste por enfrentamientos internos.
Y ahí es donde reside el mayor atractivo de esta película, en esa lucha interna por defender tus derechos. Que harás, ayudarás al sistema y te portarás bien o te enfrentaras a él y te complicaras a ti y a los tuyos la existencia
Un reparto de excepción agrandan esta obra con una única excepción, Jim Parsons que todavía no se quien le ha dado el titulin de actor con tan poco hecho y siempre igual.
Y cuidado porque hasta Julia Roberts fuera de su clásico papel lo hace bien.

La tenía en pendientes desde hace tiempo por el reparto (mmmm, sí, vale, por Matt Bomer, lo reconozco) pero por la temática no acababa de decidirme a verla. Pues la he acabado hecha un mar de lágrimas y con el corazón en un puño.
No es fácil ni agradable de ver, llevo toda la vida oyendo hablar del SIDA, de las muertes que provoca, sus campañas de prevención... y aún así creo que no alcanzaba a imaginar una pandemia de esta magnitud. Porque ya había pandemias antes del COVID, y ésta era (es) más silenciosa e incluso más peligrosa. Increíble que no quisiesen verlo.
El punto fuerte sin duda son las interpretaciones. Brutales. Todas ellas. Mark Ruffalo y Matt Bomer lideran majestuosamente un reparto en el que me han tocado especialmente la patata los monólogos del personaje de Joe Mantello y el de Julia Roberts. Jim Parsons también tiene su momentazo, pero me chirría un poco que su personaje se parezca tanto a su Sheldon Cooper.
Quizá empieza como una historia bastante frívola en la que no empatizas para nada con los personajes y el estilo de vida que llevan, pero conforme avanzaba he ido cambiando de opinión, entendiendo sus reivindicaciones y poniéndome en su piel, hasta acabarla hecha polvo.
Es intensa, es desoladora y es muy recomendable.

Un Corazón Normal no cuenta los primeros pasos del surgimiento del SIDA en los años 80, y cómo unos cuantos lucharon para darle voz a la situación y evitar que la gente mirara para otro lado con tanta tranquilidad por ser "el virus gay".

El resultado es un drama que está bien, duro en algunos momentos, cuya historia posiblemente no envejecerá nunca, levantando ciertas preguntas y con un gran Mark Ruffalo capitaneando el barco.