Críticas de Sólo el fin del mundo

Logeate para poder valorar esta película

Tras doce años de ausencia, un escritor regresa a su pueblo natal para anunciar a su familia que se está muriendo. A medida que el resentimiento reescribe el transcurso de la tarde, los conflictos se desatan alimentados por la duda y la soledad, entre las cinco personas reunidas en la casa familiar. Mientras, cualquier intento por empatizar se ve saboteado por la incapacidad de las personas para escuchar y amar. Sólo el fin del mundo (Juste la fin du monde) supone la adaptación cinematográfica de la obra de teatro homónima de Jean-Luc Lagarce.

2016
96 min
Drama

RESEÑAS Y VALORACIONES DE Sólo el fin del mundo

Crítico honorable
PTG 111
6.5 / 10
Es una de esas películas donde los actores están estupendos, película que sirve para que los actores destaquen. En una familia disfuncional donde se comportan de forma incomoda los unos con los otros, sobretodo porque el hijo mayo tiene un gran problema de ira. La película te ofrece eso, la exageración, llevar los momentos incómodos al limite para que te de esa sensación de incomodidad tal y como esta la familia, que no te sientas a gusto en ningún momento

Valoraciones en tu crítica:

Crítico maestro
PTG 111
8 / 10
Vuelvo sobre mis pasos cinéfilos a esta película para recordar al gran actor que hoy nos ha dejado, el encantador Gaspard Ulliel. En ‘Largo domingo de noviazgo’ comenzó a despuntar con su dulzura y sensibilidad, pero es aquí en ‘Solo el fin del mundo’ donde traspasa por completo el muro, la pantalla, cualquier obstáculo para obligarte a empatizar con todo lo que su personaje representa. Este largometraje de Xavier Dolan (el sexto en su carrera como director) es quizá uno de los más sensibles, metafóricos, sensoriales e histriónicos que tiene en su haber, aunque siendo la adaptación de una obra teatral no es de extrañar. Louis decide volver a la casa familiar tras doce años de ausencia para anunciar que está a punto de morir, un hecho que conocemos desde el primer minuto haciéndonos así partícipes de una información que ningún otro personaje más sabe. Louis regresa a su hogar perdido para destrozar el corazón de sus seres queridos con su verdad, pero en el camino se topará con una madre y un hermano demasiado ocupados en sus batallas personales. No hay espacio para la comunicación, para el entendimiento y la sinceridad así que la labor de nuestro protagonista se vuelve más complicada conforme pasan los días.
Resulta tremendamente desgarrador recordar ahora la reflexión con la que se inicia la película, con el propio Louis encarnado por Gaspard Ulliel, siendo consciente de su inminente final y aceptándolo: “En la vida hay ciertas razones, que solo tienen que ver con uno mismo, y que te obligan a marcharte sin mirar atrás. Y del mismo modo, existen otras tantas razones que te obligan a volver. Y es por eso que, después de todos estos años, he decidido volver sobre mis pasos. Hacer el viaje para anunciar mi muerte. Anunciarla en persona e intentar dar a los demás y a mí mismo, por última vez, la sensación de que soy… hasta el final… dueño de mi vida”.

Una película cautivadora con un final que es pura poesía.

Que la tierra te sea leve, querido.

Valoraciones en tu crítica:

0 10 7.3 9