
Aleksandr Pyatkov
Olenin
Un explorador del ejército conoce a un hombre de la tribu Goldi en los bosques no mapeados de Rusia. Con el tiempo, se crea un vínculo duradero entre los dos hombres: uno civilizado en el sentido usual, y el otro que tiene por hogar los bosques glaciares de Siberia.
No era la primera vez que las memorias de Vladimir Arseniev se trasladaban a la gran pantalla, pero sí la que inmortalizaría su legado para perdurar, incluso cincuenta años después de su estreno, como uno de los más bellos relatos que el séptimo arte haya presenciado jamás. Medio siglo ya desde que Akira Kurosawa, regresando a la dirección tras su intento de suicidio, nos adentrase en el gélido corazón de la taiga siberiana para, curiosamente, concebir una de sus más cálidas y esperanzadoras historias. Una donde la naturaleza, a menudo retratada como mero escenario, es aquí contemplada como un personaje más, omnipresente, que respira y coexiste en frágil simbiosis con el propio Arseniev —capitán de un grupo de exploradores soviéticos— y, muy especialmente, con Dersu Uzala, un anciano y solitario cazador nómada cuya inabarcable sabiduría, íntimamente ligada a los inhóspitos parajes de la Rusia oriental, se convertirá, casi a modo de faro de humanidad, en el último destello de una forma ya perdida de entender la vida que, por desgracia, parece abocada al olvido.
Kurosawa, logrando capturar tanto la crudeza del entorno como su enorme fragilidad, construye así un entrañable relato donde su magistral uso de los planos, siempre teñidos de un lirismo casi pictórico, no hace sino subrayar la insignificancia del hombre frente a la inmensidad de lo salvaje, pero también su sobrecogedora e infinita belleza. Casi como un poema visual donde nuestros dos protagonistas, separados por sus evidentes diferencias culturales, encontrarán el entendimiento en esa misma admiración por la vida que, en cierto modo, acaba situándose como el puente perfecto entre dos mundos diametralmente opuestos. Entre lo ancestral y lo contemporáneo. Entre la memoria de lo que fuimos y la inevitabilidad de lo que todavía, y por mucho que hayamos desconectado de nuestros orígenes, seguimos siendo. Todo un canto a la naturaleza, a la amistad y a la vida misma erigido, desde la agridulce emotividad que lo envuelve, como el melancólico retrato de una realidad que se desvanece y de la que, pese a todo, aún nos queda mucho por rescatar.
Dersu Uzala (El cazador) es una película co - escrita y dirigida por el maestro Akira Kurosawa que obtuvo varios premios entre los que destacan el David de Donatello de la academia de cine Italiana (1977), el premio a mejor película en el Festival de Cine de Moscú (1975) y el Óscar a mejor película extranjera (1976).
Este filme de 1975 fue una coproducción soviético - japonesa cuyo rodaje se realizó casi en su totalidad en la taiga siberiana y la taiga se convierte en un personaje más de la película con su belleza y dureza por igual, con unos planos de una calidad que a veces parece que estamos viendo un documental.
Este filme fue el primero que dirigió Kurosawa que fue rodado fuera de Japón.
El guion de esta cinta está basado en las memorias escritas en 1923 por el explorador del ejército ruso Vladímir Arséniev sobre Dersú Uzalá, un hombre de la etnia nanai que conoce en los bosques no mapeados de Rusia y que acompañaría a sus hombres durante varias expediciones por Siberia.
Esta es una historia que como una muñeca rusa contiene en su interior muchas historias, como por ejemplo una historia sobre la amistad, sobre la amistad que surge entre dos personas de diferentes etnias. Otra historia sobre el amor y respeto por la naturaleza, de hecho el argumento se centra en un nativo que vive cómodamente en los bosques llevando un estilo de vida que, por desgracia, será destruido tarde o temprano por el avance de la "civilización". Otra historia sobre los males de la vejez como la pérdida de fuerzas y habilidades.
Esta es sin duda una película llena de sentimiento, razón por la cual te la recomiendo, porque creo que no te arrepentirás de verla, sino que probablemente te conmueva.
'Dersu Uzala' es la película de un maestro que dirige la cámara cual pincel sobre un lienzo. La taiga siberiana, una amistad pura, amor y respeto por la naturaleza, es lo único que necesita Akira Kurosawa para hacer una obra que indescriptiblemente te llena de sentimiento.
Película de otro tiempo y otra sensibilidad en la que la naturaleza es la gran protagonista.
Vemos a los protagonistas enfrentándose a la naturaleza y sobreviviendo gracias al bueno de Dersu que es un gran conocedor de la taiga siberiana.
Se trata de una coproducción japonesa-rusa con el famoso Akira Kurosawa como director de orquesta. La película está rodada casi entera en exteriores mostrando los bellos y a menudo inhóspitos paisajes de Siberia.
Algunos dirán que es lenta, otros dirán que apenas pasa nada, pero creo que todos se equivocan, el ritmo es adecuado y las situaciones nos muestran como Dersu es un gran conocedor del entorno natural y de los humanos que lo pueblan. ***contenido con spoilers***
El final da algo de pena.
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