Dicen que nada dura para siempre, pero lo cierto es que la física establece que existen al menos tres aspectos imparables en nuestro universo: el paso del tiempo, la entropía de un sistema y la máquina de hacer churros de Netflix. Tanto es así que los jefazos de la gran N roja, poco después de que el mundo supiera que había un spin-off de 'John Wick' en marcha, ya estaban preparando su propia versión a la coreana con el mismo título, idéntica apuesta por la acción y similar premisa. Lo que sí cambia es el trasfondo de nuestra protagonista, una ex guardaespaldas que, cumpliendo con la voluntad de su mejor amiga, acabará atrapada en una violenta espiral de venganza llena de tipos duros, coreografías imposibles y luces de neón. Elementos que, en cierta medida, evocan a la brutalidad y estilización del cine de acción hongkonés, solo que entremezclados a su vez con momentos más íntimos que parecen buscar, con mayor o menor acierto, algo más de profundidad en las motivaciones, miedos y conflictos internos de los personajes.

El resultado final, no obstante, quizás no acabe de encajar ambos extremos de la mejor manera posible, dándole excesivo protagonismo a su parte más introspectiva y demasiado poco a todo lo relacionado con el intercambio de mamporros. Sí que es cierto que la ejecución de las coreografías es una pasada, pero las peleas son tan escasas que apenas son suficientes para levantar una producción donde lo más destacable, más allá del buen desempeño de sus personajes femeninos, recae en su impecable puesta en escena. Película funcional, espectacular en el plano estético y con un arranque y un final bastante potentes, aunque tan genérica en todo lo demás que, muy posiblemente, acabe decepcionado a los que lleguen hasta aquí esperando un thriller de venganza en la línea de la mencionada 'John Wick' y similares. Recomendada solo para los que no puedan esperar a la 'Ballerina' oficial y quieran darle la oportunidad a esta Ballerina de incógnito con corbata, sombrero de copa y bigote de pega.

Bailarina es una película de acción surcoreana escrita y dirigida por Lee Chung - hyun y protagonizada por Jeon Jong - seo que hay que decir que lo hace bastante bien y que creo que es la que sostiene a este filme.
Y lo cierto es que nos encontramos con ***contenido con spoilers***
Ahora bien dicho esto, la película entretiene, no es un clásico del cine ni de acción ni del cine en general, aunque tampoco creo que lo pretenda, es sencillamente una película que entre tanto tiro, pelea y pintoresca acrobacia lo único que pretende es entretener, y en ese sentido, al menos conmigo lo ha conseguido.
Por lo que como suelo decir en estos casos, nos encontramos con un producto 100% palomitero que está para lo que está, para pasar algo más de hora y media entretenid@ y poco más.
Por lo que si lo que quieres es simplemente eso, pues este filme te dará lo que buscas.

Bailarina es una película coreana de acción y venganza.

Una experta en el combate cuerpo a cuerpo, recibe una nota de su amiga que se acaba de suicidar, pidiéndole que se vengue de un pandillero.

La historia suena bien, una historia asiática de venganzas, suponía que daría unos mínimos, pero se queda corta. Tiene contadas tres escenas de acción, una peleílla de presentación, un duelo a mitad de película y el clímax final, que si, que el final mola, y es más o menos lo que hemos venido a ver, pero unos 15-20 minutos en total de 90, se quedan cortos para que merezca mucho la pena.
La película tiene cierto punto salvaje, pero como digo, en muy contadas ocasiones como para que sea algo positivo a destacar, y tiene unos tonos de imagen que se alejan un poco de lo que el cine coreano nos tiene acostumbrados, pero demasiado desarrollo de personajes que no necesitan tanto desarrollo en una película así.

Se agradece en 'Ballerina' una propuesta estilística con personalidad, al menos alejada del azul omnipresente en los thrillers coreanos, y la presencia de Jeon Jong-seo que levanta la película y le inyecta carisma, pero no deja de ser un guion del montón con una acción irregular que no termina de brillar.

Lee Chung-hyun confirma que tiene estilo propio con su segunda película aunque le vendría muy bien trabajar con guiones escritos por terceros con más mano. La acción está demasiado maquillada con mil cortes de montaje y las pistolas tienen munición ilimitada, errores básicos que cantan más en un país que tan dominado tiene el género.