Siempre me ha resultado curioso lo poco que dura la infancia y, sin embargo, lo mucho que solemos recordarla. Esa etapa fugaz, despreocupada y llena de momentos inolvidables a los que volver cuando menos lo esperamos. A la felicidad por el fin de las clases. A las vacaciones de verano. A todas esas tardes con los abuelos que tan lejanas parecen ahora y que, por muchos años que pasen, siguen conservando esa magia que nos retrotrae a tiempos más sencillos. Ese algo especial, casi inexplicable, que el cineasta taiwanés Hou Hsiao-Hsien se encarga de capturar en 'Un verano en casa del abuelo', su particular y sentido homenaje a la infancia a través de los ojos de Tung-Tung y su hermana pequeña Ting-Ting (vaya tela los padres con los nombrecitos), dos niños que, debido a la repentina enfermedad de su madre, deben pasar el verano en casa de sus abuelos. Tiempos de juegos y travesuras, pero también de cambio y autodescubrimiento ante esos primeros reveses y desengaños, tan ligados a la vida adulta, que comienzan a forjar su proceso de maduración.

Hou Hsiao-Hsien, quien firmaba aquí la primera entrega de su conocida como «Trilogía del fin de la infancia», toma esos efímeros recuerdos de la niñez y los utiliza, siempre desde la ingenua mirada de sus jóvenes protagonistas, para retratar todas esas pequeñas aventuras que asociamos al añorado período estival. El bucólico pueblo taiwanés donde se ambienta la película, lleno del encanto que solo el mundo rural ofrece, se viste así de la apacible cotidianidad que se podría esperar de un típico relato costumbrista, solo que trascendiendo al propio contexto sociocultural del país asiático para, de ese modo, enfatizar el carácter universal de una historia en la que cualquiera puede verse reflejado. Toda la inocencia de esos años ya perdidos inmortalizada, casi a modo de nostálgico álbum de fotos, en una entrañable —y contemplativa— colección de momentos que transcurren, al igual que la propia infancia, con la sensación de que nada pasa cuando, en realidad, pasa la vida entera.

'Un verano en casa del abuelo' ha sido mi primera toma de contacto con el cine de Hsiao-Hsien y el resultado es muy positivo. Una película sencilla y ligera que tiene algo especial y te hipnotiza en su cotidianidad. Además provoca cierta nostalgia porque sí, todos hemos pasado algún verano con nuestros abuelos y hemos recolectados momentos cotidianos imborrables en nuestra memoria. Un tiempo sencillo pero de valor incalculable.

Leo que sirvió de inspiración a Hayao Miyazaki para la maravillosa 'Mi vecino Totoro', y se entiende perfectamente, ambas desprenden el mismo encanto y amor por la vida y sus pequeños momentos desde una perspectiva infantil.

A summer at Grandpa's, de Hou Hsiao-hsien, es una película taiwanesa del año 1984 acerca de Tung Tung y su hermana pequeña Ting Ting, dos niños que pasan el verano en casa de sus abuelos en el pueblo, mientras su madre está ingresada en un hospital de Taipei.
El abuelo es un tipo serio, tradicional y disciplinado, y atiende una consulta médica en su propia casa. Allí, ambos chiquillos crecerán, aprenderán, serán testigos y protagonistas de diversos sucesos, y se llevarán unas cuantas lecciones de vida en la mochila a la vuelta.
Resulta curioso cómo en la película existen tanto detalles que podemos reconocer de nuestra propia infancia como otros que nos chocan más por la diferencia de culturas.
Un visionado muy agradable y unos jóvenes actores que hacen un gran trabajo, sobre todo, la niña, que es para comérsela.