¡Otra película basada en hechos reales! Esta denominación, que se ha vuelto demasiado común y se utiliza de cualquier manera, se ha convertido casi en un pretexto para justificar la existencia de una película. En efecto, es como si, para revestirse de un poco de legitimidad para algunos de sus proyectos, los productores necesitados de historias y de ideas desenterraran diversos hechos para tener material para sus películas. Y en lo que respecta a esta "Tormenta infinita", no vemos en absoluto la necesidad de hacer una película de un tema tan delgado. O no de esta manera, aunque suponga no ser fiel a lo que realmente ocurrió, porque siguiendo esta historia de rescate sólo se puede ver una cosa: es realmente inconclusa y verla es una pérdida de tiempo para el espectador. La película se divide en tres partes: la preparación de la travesía, el rescate y luego una parte catártica siguiendo un trauma pasado de cada uno de los dos protagonistas. Y no se puede negar que "Tormenta infinita" está bien hecha en términos de realismo y atención al detalle, especialmente en relación con un viaje de este tipo y sobre todo en esas condiciones. Es muy detallado y seguimos los inicios de una travesía difícil como ésta, que viene acompañada de una enorme tormenta. La primera parte, casi sin diálogos, está dedicada a esto y a la subida. Los paisajes pueden ser hermosos, pero es muy aburrido. La parte del rescate es similar, muy pragmática y objetiva, pero larga y repetitiva. Sin embargo, no llegamos a sentir la tensión de la situación, ni siquiera los peligros potenciales de este rescate en un entorno hostil. En cuanto a la última parte, incide mucho en la psicología desordenada resultante de la resolución catártica de los traumas de esta rescatadora y del excursionista al que salvó. Además, estos dramas se explicitan de forma muy torpe. Naomi Watts está, como siempre, impecable. Un tema como éste quizá hubiera encajado mejor en un formato documental, porque no dura lo que un largometraje. Así pues, nos aburrimos durante hora y media con el único consuelo del lado instructivo del guía de supervivencia en la montaña, una buena actriz que se entrega en cuerpo y alma y algunas bellas tomas de las montañas nevadas de New Hampshire. Es demasiado poco.