'Hi, Mom' es el ejemplo más reciente de la potencia e importancia que tiene China dentro de la industria cinematográfica. Opera prima que se convierte en un éxito de masas y, solo en el mercado nacional, logra recaudar en plena época postcovid 822M$ siendo una película original que no pertenece a ninguna saga. Este es solo uno de los ejemplos más recientes, el año pasado (2020) tuvimos otro gran ejemplo con 'The Eight Hundred' que recaudó en plena pandemia y sin salir de China la bárbara cantidad de 461M$, convirtiéndose -si no me equivoco- en la película más taquillera del 2020.

Cuestión distinta es que 'Hi, Mom', más allá de convertirse en una de las películas dirigidas por una directora más taquilleras de la historia y mostrar el potencial económico de la audiencia china, sea en realidad una película bastante mediocre y convencional. Su premisa evoca irremediablemente a un clásico como 'Regreso al pasado y no de extrañar, pues la huella de la cultura americana más pop en China es un hecho que se aprecia en su cine más comercial. Únase a eso una buena dosis edulcorada de sentimentalismo y póngase en el foco el sacrificio materno para tener un resultado del que Spielberg estaría orgulloso, pero con una artificialidad en su realización que resta mucho.

Este cine más comercial, que es el que más éxito tiene, es lamentablemente bastante normalito. Creo que dentro de la cinematografía china es la zona periférica alejada del terreno más popular la que guarda mejores hallazgos con directores como Bi Gan, Diao Yinan o Wang Xiaoshuai. No nombro a Zhang Yimou porque él domina todos los terrenos. Hay mucho cine independiente y de autor que espero que logre conectar con la audiencia de allí para poder tener un rendimiento fructuoso.

El día que China decida hacer buenas películas y aparcar estas grandes producciones tan mediocres y normalmente con un nacionalismo tan exaltado -aunque este no es el caso-, en Occidente escucharemos los pasos del gigante asiático que ya no está tan dormido.