Una exasesina intenta dejar atrás su pasado, pero una pandilla hambrienta de poder pone la mira en ella y su familia y no tiene otra opción que hacer lo que sabe.
No puedes sacar muchas cosas buenas de este despropósito de película, donde lo único que destaca es alguna coreografía en las peleas, pero que son realmente pocas las que valen la pena, dejando las que más deberían destacar como simples peleas sin sentido que dejan al descubierto los puñetazos al aire o movimientos irreales de los actores.
Falta de banda sonora, de la cual cuando suena no transmite sentimiento alguno y no pega con la escena en cuestión.
El malo parece un señor recién jubilado aburrido de tirarse los días viendo la tele y se mete a jugar a mafias con otras personas que seguramente se les de mejor jugar al “parchis” que hacer de un personaje mafioso.
La trama es sencilla y aburrida, que según avanza se te hace más pesada y con ganas de que termine, pero ves el reloj y te das cuenta de que solo ha pasado 4 minutos y ya estás deseando el no verla, pero como buen cinéfilo tienes “la moral” de terminarla por mala que sea.
Tiene pinta de que han “intentado” hacer una filmación seria, pero que no llega ni a serie b e insulta a las demás películas de este género.
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