Críticas de Lo que arde

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Amador acaba de salir de la cárcel. Tras cumplir su condena por haber provocado un incendio regresa a su casa en los montes lucenses. Volverá a vivir con su madre, su perra Luna y sus tres vacas. Alejados del mundanal ruido y de cualquier tipo de peligro, sus vidas se convertirán en una pesadilla cuando un nuevo y abrasador fuego arrase con la zona y la vida de las personas que viven en ella. Lo que arde es el tercer largometraje de Oliver Laxe (Mimosas y Todos vosotros sois capitanes), que se encarga de dirigir y escribir el guion de este largometraje, que muestra desde un caso ficticio la realidad de cada uno de los habitantes que cada año sufren esta situación.

2019
90 min
Drama

RESEÑAS Y VALORACIONES DE Lo que arde

Crítico maestro
PTG 111
6.5 / 10
'O Que Arde' es visualmente hipnótica, la belleza de Galicia y su magia es incontestable. Una vez superado esto nos encontramos ante un narrativa donde no existe un desarrollo convencional. Demasiadas cosas quedan en el aire o sin evolución alguna, eso me impide disfrutarla.

Hay una frase en la película que resulta bastante reveladora en cuanto a su propia esencia: no necesitas saber la letra de una canción para disfrutar de la música. Es cierto para la música, pero no para mí en cuanto al guión de una película donde sí necesito un desarrollo coherente, sea o no convencional, para sus personajes y su trama.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico maestro
PTG 111
8 / 10
En medio de un aura crepuscular descubrimos una historia tan antigua como el mundo: la destrucción de la naturaleza; bien sea talando árboles como al inicio de la película o bien con el incendio final que lo arrasa todo. Esta atmósfera grisácea envuelve el entorno manifestando el dolor por todo el pasado perdido, metamorfoseado con la destrucción del medio natural. En el epicentro del drama se encuentran Amador y Benedicta. Amador vuelve a casa tras cumplir condena por desencadenar un incendio, con lo que eso supone en un pueblo pequeño en el que todos se conocen y no tiene ninguna oportunidad. Su madre Benedicta, un alma frágil que se pierde entre tanto verde, trata de recuperar a su hijo, aunque presienta que nunca ha vuelto del todo. Ambos son seres solitarios que hacen de los árboles y los animales sus compañeros y su abrigo. Seres terriblemente frágiles que parecen desentonar entre todos los vecinos, como si fuesen almas penitentes que no terminan de encontrar su lugar entre las personas. ‘O que arde’ es un cuento épico que se asemeja más a un poema visual que a un film. La belleza de las imágenes, la fotografía y el paisaje se enmarcan perfectamente contrastando con la destrucción que le sigue. Un cuadro maravilloso para una historia que, desgraciadamente, sufre Galicia año tras año.
Luchar contra un incendio es el equivalente a luchar contra uno mismo, porque todos somos un poco pirómanos en este mundo; consumimos, destruimos y arruinamos el medio sin descanso. En definitiva, este fuego hipnótico y terrorífico, que Oliver Laxe esperó pacientemente para poder filmar un incendio real, cierra el poema de forma perfecta. Lo cual me ha traído a la mente un breve poema de Celso Emilio Ferreiro que ejemplifica bastante bien el mensaje de la cinta:

“Pode o corpo ser vencido, / pode o dereito ser torto, / mais o lume que alampea, / mais o lume que alampea / xamais o veredes morto.” (“Puede el cuerpo ser vencido, / puede el derecho ser torcido, / pero el fuego que relampaguea / pero el fuego que relampaguea, / jamás lo veréis muerto.”)

Valoraciones en tu crítica:

Crítico novel
PTG 1
6 / 10
Esta película refleja bien el sufrimiento de la gente tras un incendio forestal, y sobre todo en el año que se hizo la película que hubo incendios importantes en Galicia.
En cuanto al metraje se me hace un poco lento pese a ser una película de hora y media. Lo que más destaca es la fotografía.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
7 / 10
Se trata de una película que va más allá del costumbrismo. A pesar de ser bastante corta, ocupa el 80% mostrando la vida rural de forma pausada, el carácter de sus gentes, y unos paisajes espectaculares, que evocan la tranquilidad del campo, incluso bajo la tormenta.

Ésta tranquilidad choca frontalmente con el ruido de las máquinas y los trabajadores, que allanan el terreno para que ese hermoso paisaje acabe siendo corrompido por hoteles y turistas.

Pero el peor enemigo no es ese, sino el fuego, que arrasa y transforma la vida de todos y cada uno de los habitantes en cuestión de horas.

Respecto a la historia que sirve de hilo conductor, la de Amador (y su madre), aunque el final quede abierto y pueda ser significativo, yo prefiero centrarme en lo simbólico de la película, en lo que transmite por ambiente y conducta, más que por guión. Ya que pienso que el guión no es más que una excusa para mostrar esto.

La fotografía es un 10.

Valoraciones en tu crítica:

0 10 6.9 40