"Unos lo llaman magia, otros lo llaman destino".

Abby es una fotógrafa que tiene un trabajo que no le gusta, un sueño que no se anima a intentar cumplir y cosas que no ve aunque las tenga delante de los ojos. Y por eso su abuelo le regala un calendario de adviento que era de su abuela y que parece tener poderes, ya que cada noche se abre la casilla correspondiente y sale una figurita que parece predecir el futuro. Así Abby recuperará el espíritu navideño y un poco las ganas de vivir y de encaminar su vida hacia un futuro mejor, o al menos el que ella quiera tener.

Pues es la típica película de Navidad de Netflix, la verdad, pero lo del calendario le da un toque interesante, y al principio le dan bastante importancia, incluso van mostrando todos los días, luego ya empiezan a sacarlos salteados y luego directamente parecen olvidarse de ello, queda totalmente en un segundo plano. Al final todo se reduce a lo de siempre, la protagonista que tiene que encontrar la felicidad, encontrarse a sí misma y enfrentarse a su destino, con el trabajo de sus sueños y encontrando el amor. Y para ello nos plantean dos posibles opciones, o sea una especie de triángulo amoroso, aunque se sabe desde el minuto uno lo que va a pasar, y luego ***contenido con spoilers*** , pero es que tiene un total de cero química con los dos, pero nula, y uno de ellos es que parece el hermano pequeño, a pesar de que en realidad no se llevan tanta edad.

Es cierto que tiene mucho espíritu navideño, a Santa Claus, elfos, nieve, el árbol y el pack completo de la Navidad, así que en ese sentido cumple, y también en el de que dura hora y media y bueno, se deja ver, es sencilla, es ligera, es entrañable... Pero poco más, y además Kat Graham está sobreactuadísima en mi opinión. Un entretenimiento pasable con un toque diferente pero que al final no deja de ser una excusa para contar la misma historia de siempre.

típica y tópica
el año que viene veremos otra parecida seguro
entretiene, que es lo que busca, sin mas aspiraciones