Un adolescente que padece esquizofrenia paranoide espera que su nuevo tratamiento con un medicamento experimental le permita llevar una vida normal tanto en el instituto como fuera de él.
Lo primero: si queréis ver la película no veáis el tráiler, porque la destripa entera. Dicho lo cual, a primera instancia “Palabras en las paredes del baño” da a entender que puede ser el nonagésimo drama romántico adolescente, con la estructura típica del subgénero de enfermedades, tomando los clichés de ambos mundos, los mete en una coctelera, lo agita y voilá, otra película más. Pero por suerte, no es así. Si bien sigue siendo ligera, predecible e incluso con cierto regusto feel good, nos presenta de forma realmente aterradora los momentos psicóticos más duros de la esquizofrenia de Adam, abordando con respeto y sensibilidad estas alucinaciones visuales y auditivas, la confusión emocional y sentimental que ello le provoca, como afecta a los involucrados en su vida y los cambios que trae el paso del tiempo, a través del reflejo de una madre que no da por perdido a su hijo en la enfermedad y una amiga que desconoce por lo que pasa Adam.
Mi Opinión / Critica de Palabras en las paredes del baño
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