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Críticas destacadas
Podrían ser los Quay españoles. Dos hermanos dedicados a la fabricación de artilugios mecánicos, con una especie de títeres como pareja de enamorados protagonistas y que son el eje a través del que muestran una representación para pequeños auditorios (hasta el pequeño anfiteatro también es un montaje propio). La propuesta es más que sugerente y recuerda el desarrollo técnico y lúdico de los móviles creados por Calder y que tan bien plasmó en imágenes Carlos Vilardebó en 'El circo de Calder' (1961). La pena es que el documental está lastrado por un guión bastante desordenado y que no acaba de profundizar suficientemente en los distintos aspectos que presenta. Parece quedarse a medias en cuanto a sus planteamientos iniciales y hasta llega en alguna secuencia a tomar una dirección distinta al tema que trata, dando protagonismo a elementos secundarios de la película. Lástima de esos buenos mimbres para haber redondeado esta curiosa y atractiva empresa que me ha dado la sensación de quedarse a medias.