Críticas de No tengas miedo a la oscuridad

Hacía mucho que no veía una película de terror y, aunque no soy nada miedosa, últimamente las películas ya no asustan. Y ésta tampoco es de esas, aunque sí que te mantiene en tensión, así que la calificaría de suspense.

No temas a la oscuridad nos trae misteriosos sucesos, una ambientación con aires góticos y un inquietante prólogo. Y Guillermo del Toro sabe muy bien cómo encandilarnos. Este productor amante del género de terror siempre muestra seres oscuros y poderosos en las historias que cuenta, envueltos en una atmósfera lúgubre de escenarios barrocos, tétricos y asfixiantes donde la fantasía y el terror se funden.

El director Troy Nixey narra con paciencia el comienzo de la historia. Nos presenta el caserón y la familia de Sally, nuestra protagonista. El inicio es previsible, transcurre con calma para que nos hagamos una idea de los problemas y las inquietudes de la niña. Pero cuando abren la habitación oculta, la película despierta de su letargo y Sally comienza a mostrarnos de qué pasta está hecha. A pesar de ser tan pequeña, la actriz interpreta muy bien su papel ¡y la aplaudo por ello! La apacible Bailee Madison nos muestra un personaje muy creíble que atraviesa un divorcio, el desinterés de su padre Alex (Guy Pearce) y tener que conocer a su nueva novia, Kim (Katie Holmes). Con muy buenas dotes nos muestra indiferencia, lloros, humillación, aceptación, curiosidad y sobre todo miedo.

En cuanto a los otros actores principales, Katie Holmes normalmente cumple con su función, pero sin destacar mucho; sin embargo, en esta ocasión consigue que conectemos con ella y podamos ver la compenetración con Sally. De Guy Pierce no hay mucho que decir porque en esta película las chicas son el centro de atención.

El tema de las criaturas malignas me ha gustado mucho. No voy a decir lo que son para no estropear la sorpresa, pero sí comentaré que están muy bien hechas y con gran detalle, tanto que parecen reales y están muy bien integradas en la película. ¡Ah! Qué grima dan sus voces; te ponen los pelos de punta. Pero como soy un poco morbosa, subía el volumen para escuchar todo lo que susurraban.
Acertaron al introducir casi desde el principio a estas criaturas; no como en otras películas, donde uno no sabe a qué se tienen que enfrentar hasta el final. En No temas a la oscuridad sabemos qué aspecto tienen y, aunque a primera vista parecen inocentes, pronto demuestran que son peligrosos.

Excelente fotografía de la mansión, las fuentes y jardines victorianos y la música de torturados violines; todo ello proporciona un aura misteriosa perfecta para mantenernos centrados. Y, al caer la noche, como en toda buena historia de miedo, deben empezar los problemas.

Un film de suspense que destaca entre otras películas de este género tan trillado. Logra atrapar con una historia simple y bien lograda, se disfruta de principio a fin y no decepciona.

Saludos ;)