Para tratarse de la enésima revisión del concepto de bucle temporal planteado en Groundhog Day, logra resultar original en su planteamiento.

Al hacer que el protagonista empiece su bucle desnudo en un ascensor añade un hándicap que en otras obras del estilo no existe, porque normalmente, tras el segundo bucle los protagonistas empiezan a entender lo que ocurre y a intentar actuar para revertirlo; más allá de la frustración de estar atrapados en un bucle, no tienen dificultades por el hecho de estar en el bucle en sí, ya que cuanto más repiten, mejores se les hace resolverlo, mientras que aquí el prota siempre tiene el problema de despertar en pelotas.

Que al final (principalmente en el desenlace) esto deja de ser un verdadero problema, pero al menos la mayor parte del film da lugar a momentos divertidos al intentar solventar este tema.

Y en lo que respecta al humor, la película logra ser graciosa, aunque bebe del humor de la filmografía de los Wayans, no cae en ese humor simplón que solo busca hacer reír siendo provocativo, sino que en determinados momentos es realmente ingenioso, y esto teniendo en cuenta lo fácil que sería hacer chistes sexuales cuando el protagonista está desnudo.

Aunque esto no siempre es así, y a veces el humor sí va a lo fácil, o lo que ocurrirá es que tendremos a Marlon Wayans haciendo humor físico. Ese estilo de humor se le da bien, en pequeñas dosis; cuando empieza a alargarse la escena en la que está haciendo caras o movimientos espasmódicos pasa de gracioso a ridículo.

En lo que respecta a la historia es lo más flojo, al final el concepto del bucle temporal se basa simplemente en mejorar como persona, y al girar en torno a una boda sabes que la culminación será lograr casarse; aun con ello logra dar una cierta variedad a los eventos que ocurren.

Sin embargo, el desenlace acaba perdiendo el interés porque te intenta dar un tono dramático que no funciona (sabemos de sobra que la pareja acabará junta) y al final inventa una excusa para que los secundarios que hemos visto en el bucle tengan su participación al final, pero no tiene sentido porque ***contenido con spoilers*** ...

También cuenta con cierto misterio en torno a cómo acaba Rob en el ascensor en pelotas, que si bien no recordaba de la anterior vez que vi el film, se hace fácil de ver cómo se resolverá.

En definitiva, una comedia divertida si te gusta el subgénero de bucles temporales, que no resulta tan básica como las comedias de los hermanos Wayans, aunque esto tal vez sea un problema porque el humor va muy a lo seguro así que si buscas algo más pesado te va a saber a poco.