Michael O'Hara (Orson Welles), un marinero irlandés, entra a trabajar en un yate a las órdenes de un inválido casado con una mujer fatal (Rita Hayworth) y queda atrapado en una maraña de intrigas y asesinatos.
Hay un propuesta visual en 'La dama de Shanghai verdaderamente seductora por parte de Orson Welles, y es precisamente esta particular puesta en escena la que solventa un guion lastrado por lo que se muestra y por lo que se oculta, es convencional y tramposo. Muy llamativo el juego de luces y sombras que enriquece el apartado visual y carga la atmósfera noir, y soberbia esa escena final con los espejos y su fatal desenlace. No me parece una película tan redonda como debería para su estatus, pero estos elementos son realmente memorables. La balance se decanta por lo positivo.
PD: Y además se nombra a España varias veces! Incluida Murcia, Welles sabía como ganar puntos extra.
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