Críticas de Happy Hour

'Happy Hour' es una obra mastodóntica en su duración, más propia de una miniserie que de un largometraje, pero que aguanta sorprendentemente bien el tipo durante las tres partes en las que se dividen sus algo más de 5 horas de metraje. La obra se centra en las vidas de un grupo de amigas treintañeras y los problemas cotidianos propios de la vida adulta, como las relaciones que se degradan con el tiempo, la infelicidad en la que se sumergen sin darse cuenta y la apatía de sentirse perdido en ese momento vital, lo que coloquialmente se conoce como la crisis de los 30. Todo desde una perspectiva muy japonesa donde la gran dificultad para comunicarse, los problemas de pareja y la lógica con la que piensan responden a su cultura de forma muy clara.

Su mayor virtud es el gran estudio de personajes, interpretado por cuatro actrices no profesionales, que terminan evolucionando y resurgiendo cual ave fénix. Su duración hace posible esto al tomarse el tiempo necesario para presentar sus vidas, agitarlas y mostrar sus consecuencias. Las actrices están muy bien y cuando uno termina este viaje se siente uno más del grupo. Aunque todo esto no quita que el metraje podría haberse recortado bastante, sobre todo en algunos momentos demasiado dilatados que no necesitaban esa cantidad de minutos para cumplir con su función, los dos talleres principalmente.

Termino satisfecho con el resultado y aunque claramente es la película más ambiciosa de Ryûsuke Hamaguchi, disfruté bastante más de 'Asako I & II', donde la particular narrativa, una duración común y un estilo más pulido me conquistaron por completo. No he encontrado la desconocida obra maestra de la que muchos hablaban, pero sí una notable película que me confirma a Hamaguchi como un director que voy a seguir con mucho interés a partir de ahora.

'Happy Hour' no es el tipo de película que uno elige como mero pasatiempo, ya no solo por su extensa duración de cinco horas y cuarto, sino también por la forma sosegada y casi documental con la que su director, Ryūsuke Hamaguchi, detalla cada instante de tal descomunal obra. El cineasta japonés utiliza ese tono pausado para acercanos al día a día de cuatro amigas treintañeras, todas ellas sumidas en sus propias crisis personales, y hacer un estudio sobre el que creo que es el tema principal del film: el de la incomunicación en la sociedad moderna. Esto cobra especial relevancia en un país como Japón, tan sustentado sobre ese concepto de armonía social que antepone el bienestar colectivo sobre el individual y que, de algún modo, implica reprimir tus verdaderos pensamientos y sentimientos con el fin de evitar cualquier tipo de conflicto.

Sin embargo, Hamaguchi no se queda solo en esa disección tan rigurosa —a la par que crítica— del Japón del siglo XXI, sino que además se centra en el papel que la mujer ocupa dentro de él. Así, y con un marcado enfoque feminista, la película explora las preocupaciones, inquietudes y frustraciones de esas cuatro mujeres que no encuentran salida a su situación; mujeres tan presas de sus propias vidas como del complejo entramado de formalismos y protocolos por los que se rige el país nipón. Hamaguchi nos permite conocer en profundidad a estas mujeres al tiempo que ellas se descubren a sí mismas, haciendo que podamos compartir sus ansias de liberación y conectar a nivel emocional con una historia ya de por sí llena de sensibilidad. Su duración es obviamente excesiva y presenta algunos bajones de ritmo en momentos puntuales, pero al fin y al cabo esa es otra de las muchas particularidades de este ejercicio tan introspectivo, único e interesante que es 'Happy Hour'.