Menos mal que Zac Efron luego fue por otro lado, porque una película de instituto con él jugando al baloncesto... El caso es que me quiere sonar de algo, sólo le falta ponerse a cantar. De hecho, esta película se estrenó al año siguiente de que terminara la saga que le hizo tan famoso en Disney Channel, supongo que tenía que aprovechar el tirón.
Todo comienza presentándonos a Mike en 1989, un joven atlético, popular, capitán del equipo de baloncesto, con un futuro brillante por delante, una novia guapísima... Pero los años pasan y se siente desgraciado, cree que no ha tomado una buena decisión en años y que tiró todo su futuro por la borda, sobre todo porque ahora sus hijos apenas quieren saber nada de él, en el trabajo le va realmente mal y su mujer le ha pedido el divorcio. Pero un hombre misterioso y un poco de... ¿magia? Le convertirán de nuevo en su yo de 17 años pero en el presente, para que pueda arreglar las cosas, aunque primero tendrá que comprender qué es lo que tiene que arreglar y por qué ha ocurrido eso.
Esta película no inventa nada nuevo, de hecho es todo lo contrario. Es una comedia romántica más, es una película de cambio de cuerpo más, es una película de instituto más... Todo sigue los pasos que sabemos que va a seguir, todo está hecho para que el protagonista comprenda las cosas, se dé cuenta de lo que tiene, haga las cosas mejor, arregle algo, aprenda alguna lección... Es algo muy típico y también sabemos cómo va a terminar. ¿Es eso malo? Pues para mí no, desde luego, una película de este estilo de vez en cuando no viene mal, hora y media de simple entretenimiento sin grandes pretensiones donde nada te sorprende resulta bastante reconfortante de tanto en cuando. Además, teniendo en cuenta lo creepy que es el sólo hecho de ver a un adolescente intentando ligar con la madre de sus compañeros, por mucho que en realidad sea su mujer, la trama se centra más en el instituto y en la relación con los hijos que en la comedia romántica propiamente dicha. Claro, que lo hace para bien y para mal, porque al final no deja de ser una película más sobre un instituto con los típicos populares, los menos populares, el bullying, las hormonas revueltas, las fiestas... Así que básicamente sí, es High School Musical sin la parte musical y con una vuelta de tuerca al principio y al final.
En la versión adulta tenemos a Matthew Perry cuando ya había terminado Friends, y a Leslie Mann como la mujer de su personaje, pero el verdadero protagonista de toda la película es Zac Efron. También anda por ahí Michelle Trachtenberg, y más brevemente aún Kat Graham.
Como he dicho, un entretenimiento sencillo para no pensar demasiado sabiendo cómo va a terminar, con referencias frikis por parte del mejor amigo del protagonista, con el típico mensaje o lección y su toque de romance.
Valoraciones en tu crítica:
Si se han visto "Big", "Este cuerpo no es el mío"; "Ponte en mi lugar" y sigamos con los etcéteras de aquí a los años ochenta, nada de lo que sucede en "17 otra vez" supondrá la mínima sorpresa.
Lo peor es que ni siquiera reinventa gags buenos.
Lo mejor es que no es por fortuna Matthew Perry el protagonista de la película.