Un avanzado programa de rehabilitación para adolescentes problemáticos no es, en realidad, más que un campo de entrenamiento de carácter penitenciario, donde los chicos son brutalmente tratados y sometidos a un lavado de cerebro.
Bootcamp, es una película de bajo presupuesto ‘’basada en hechos reales’’, dicho entre comillas porque no se sabe hasta qué punto es real y hasta que otro punto no lo es.
La historia se centra en Sophie (Mila Kunis), quien debido a una actitud muy rebelde y una muy mala relación en casa con su nuevo padrastro, va a tener un futuro muy complicado – Pues la mandarán a un campamento con un programa de rehabilitación de la conducta. Allí no solo lo pasará realmente mal, sino que entenderá el concepto ‘’presión de grupo’’ y ‘’lavado de cerebro’’. – y turbio.
La película no está mal, es entretenida. Mi única pega –Hubiese preferido un enfoque más realista y difícil de dirigir. No que a veces da la sensación que suavizan los acontecimientos y alejan al espectador de llegar a empatizar como es debido con los personajes. – y por lo demás, nada más.
Si has llegado hasta esta peliculilla seguramente sea porque en ella esta Mila Kunis... pues eso es exactamente lo único que te vas a llevar. La película tiene menos tensión que un partido amistoso de de curling entre Jamaica y Emiratos Árabes y de ritmo anda como el galope de una vaca. Es de esas películas que es mejor si te la cuentan que si la ves. No digo yo que no puedas echar el rato con la versión educativa de Supervivientes, pero la verdad es que todo es muy previsible y poco estimulante. El final, con unos rótulos que nos recuerdan que, sin ser hechos reales, recrea una situación que se dio en Estados Unidos a raíz de la aprobación de sistemas de re-educación un tanto extremos, tampoco redime la falta de fuerza del filme.
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