Críticas de Una estrella y dos cafés
La acción se ubica en un pequeño pueblo del norte argentino, adonde llega Carlos (Gaston Pauls), un joven arquitecto, para proyectar un complejo de cabañas. El arquitecto, en crisis con su pareja, entabla una relación ocasional con Estela (Marina Vilte), una niña de 13 años del lugar, sin darse cuenta de que ese encuentro, ingenuo y platónico, hará que la niña descubra el amor y termine por convertirla en una adolescente. Sólo la llegada de su mujer, Ana (Ariadna Gil), que intentará recomponer su relación, le hará descubrir la importancia de ese sentimiento que ya ha perdido. (