Críticas de Ghost Rider: El motorista fantasma

Buena parte de mi infancia pasó con algún cómic entre las manos, entre ellos devoraba las historias de Estela Plateada o el Motorista Fantasma.
Años después, oh sorpresa! El motorista más quemado del mundo daba el salto a la pantalla grande. Expectación total, insomnio, ansiedad y falta de apetito esperando el gran momento.
Y me encontré a Nicolas Cage. Desatado, dándolo todo en un catálogo de gestos, muecas y poses, una interpretación de traca ridiculizando al héroe que tantas buenas historias me dió. Aquél ni era Johnny Blaze ni lo será nunca.
Muchos personajes han sido vilipendiados en sus adaptaciones, pero en esta ocasión excedieron todos los límites.
Los traumas provocados en la edad adulta causan un marcado deterioro cognitivo, en mi caso perdí el habla y aún intento pronunciar mi nombre.

El personaje de Marvel es estéticamente impresionante y tienes unas historias muy interesantes con todo el asunto del espíritu de la venganza pero la película no le hace justicia.

El CGI canta de lo lindo y la historia es muy superficial. Aún así es entretenida si no le pides mucho.

Ahora que Marvel parece que le tiene ganas para traerle de vuelta puede que veamos algo que merezca la pena.

Me gusta el detalle de incluir al jinete ya que el primer cómic titulado Ghost Rider era un western.

A principios de los 90, Warner Bros jugó con nuestros sentimientos y nos privó de poder presenciar la tan ansiada 'Superman Lives' de Tim Burton, película que iba a contar con nuestro querido Nicolas Cage en el papel del superhéroe que mejor lleva los gayumbos por fuera del pantalón. Años más tarde, el propio Nicolas rechazó el papel de Aragorn en 'La comunidad del anillo' y volvió a impedir que disfrutáramos de un personaje que, sin lugar a dudas, habría sido antológico. Pero los caminos de la vida son tan caprichosos como inesperados y, en 2007, el destino quiso que el bueno de Nicolas acabara encarnando finalmente a un héroe en 'Ghost Rider', la adaptación del espectral personaje de Marvel dirigida por Mark Steven Johnson, encargado de otros peliculones (hehe) como 'Elektra' (guionista) o 'Daredevil' (guionista y director).

Así pues, con todos los elementos a su favor para lograr una obra maestra del cine de superhéroes, Nicolas se metió en la piel de Johnny Blaze, un motorista acrobático que, tras vender su alma a Mefistófeles, se convierte en el cazarrecompensas de los condenados conocido como Ghost Rider. Entonces, ¿por qué un personaje tan molón con una trama tan atractiva dio lugar a un producto tan flojo? Bueno, básicamente porque se juntaron todos los factores posibles para que la película no destacara en nada: personajes con el carisma de un ladrillo, un CGI que canta muchísimo, diálogos muy tontos, una banda sonora que no acompaña demasiado bien y, para rematar, muy poca acción para lo que cabía esperar de una historia como esta. ¿Lo mejor? Que es casi una comedia involuntaria y te puedes echar unas risas. ¿Lo peor? Todo lo demás.

PD: Por favor, señores de Marvel, dejen de rebootear a Spiderman y reinicien a Ghost Rider en condiciones y usando bien los dineros. Gracias.

Tenemos ante nosotros un destrozo de proporciones bíblicas.

El personaje de Ghost Rider se metió en el agujero mas profundo del infierno para no salir después de ver esta cosa.

Lo único que respetan es la historia de como se transforman, y lo único destacable es el aspecto del motorista, muy fiel a los cómics.

Por lo demás infumable y mas si le metemos las caras sobreactuadas de Cage.