'El infierno del odio' es otra demostración —si es que hacía falta— de que Akira Kurosawa no solo era un maestro en el cine de época sobre samuráis y el Japón feudal, sino que podía tocar cualquier género y hacer una gran película. En este caso, Kurosawa se atrevió con un intenso drama policial lleno de claroscuros que se intuyen ya desde su sugerente título original ('Tengoku to Jigoku'), el cual se traduce literalmente como 'Cielo e infierno'. A lo largo de la trama se irá jugando de manera frecuente con ese título, por un lado a través del contraste entre clases sociales del Japón de la posguerra y, por el otro, a través de las dos partes tan diferenciadas en las que podemos dividir la película.

Curiosamente, ninguna de esas dos partes podría identificarse inequívocamente como el cielo o el infierno, ya que la película mantiene su juego a varios niveles y, de alguna manera, nos deja entrever que estamos ante una historia en la que el bien y el mal, así como todos los matices que conllevan ambos términos, conviven el uno dentro del otro. Esto se observa ya desde el comienzo gracias a la forma en la que esa primera parte, la cual está planteada como si fuera una obra de teatro —un único escenario donde los protagonistas hacen frente al secuestro de un niño—, nos introduce de lleno en un dilema moral que logra crear una tensión brutal en el ambiente (mención especial a la soberbia interpretación de Toshiro Mifune). La segunda parte, más centrada en la investigación policial, deja a un lado ese dilema inicial, pero, a cambio, se adentra de una manera magistral en todo el proceso criminalístico con tal grado de minuciosidad y detalle que hace que su desarrollo resulte tan entretenido como interesante.

En definitiva, otra maravilla más del maestro japonés y seguramente una de las mejores películas para los que quieran iniciarse con su cine. Una inolvidable y desgarradora disección de la corrupción humana, de sus bajezas, sus envidias, rencores, ambiciones y, a fin de cuentas, de todo lo que supone sumergirse en ese abrasador infierno que es el odio.

Una joya de película de la que no tenía idea de su existencia. No dudes en apuntarla en tu lista de pendientes porque se merece una oportunidad :)

Debido a su duración y a una serie de circunstancias ajenas, me decidí ver la película en dos tandas, con lo que mi crítica irá por ese camino. Habrá sido las casualidades, de que precisamente esta película, se podría clasificar en dos partes bien diferenciadas debido al desarrollo que tiene.

-Un importante hombre de los negocios verá su vida tambalearse debido a una mala noticia que tiene que ver con su hijo.

Esta primera parte diría que va desde que comienza hasta cerca de la primera hora, en la que vemos esa pequeña presentación , que me ha parecido muy interesante y que podría ser una conversación actual sobre determinados negocios. Una vez pasado ese pequeño tramo, ya empieza esto a "carburar" y se nos presenta estos primeros problemas, por un lado el económico ,con ese futuro incierto y a la vez ambicioso, , y el personal, ya no solo por ese posible secuestro del hijo, si no en que hacer sobre el verdadero secuestro . Este señor, lo vamos a ver tan testarudo pero en el fondo buena persona. Aunque si que me ha "chirriado" ciertas cosas con respecto a su mujer, no contarle lo de los negocios porque ella no sabría, o no contarle sobre que la casa estaba hipotecada sin ella tener idea. Lo que me ha parecido muy extraño, es el padre del otro chico, cuando si que aparece el hijo de Gondo, va y parece que se va , y es como...pero y tu hijo? No te "cuadra" que sea él, el que si que esté secuestrado? Aunque no se, puede ser, que el señor Gondo dice, al aparecer su hijo, de que se trate de una mala broma, y entonces él,pues simplemente se fuera.

Esta primera parte se desarrolla en un solo lugar pero no es que sea un problema, pues se podría decir que es necesario que así lo fuera.

La segunda parte, desde esa primera hora hasta ya el final de la película. En ese principio de este tramo, la verdad que está interesante por todo lo que está ocurriendo en ese tren, en ese desenlace si se puede llamar así como resultado de ese secuestro. Y ya vamos a ver como todo empieza a desarrollarse de diferente manera, pues coge más peso esa investigación y como se va tirando poco a poco del hilo de una manera sorprendente, desde localizar las cabinas, los propios sonidos externos de la llamada, ese color del coche y su identificación, etc Creo que el final puede que pierda un poco de "fuelle", porque a pesar de seguir sorprendiendo y estar expectante, podría decirse que una vez que saben quien es, desde lo del hospital, ya es cuestión de tiempo, en el que tarde o temprano, terminen cazándolo. . La última escena, en la que se ve al señor Gondo tras ver la locura del secuestrador y como se queda mirando a un simple cristal cuando ya no hay nadie, me ha parecido muy bueno.

Esta segunda parte podremos ver más localizaciones, más "dinamismo" en cuanto a como va aconteciendo todo.

En líneas generales, es bastante entretenida, con un misterio constante por ver porque sendero nos puede llevar esta historia. La duración no la he visto como un problema, lleva un buen ritmo. Sobre actuaciones, pues a destacar Toshirō Mifune, y, Tatsuya Nakadai.

Otra gran película de Kurosawa, con el gran Mifune y Nakadai juntos de nuevo. El ritmo es buenísimo para una cinta que dura 2h y 20 min. La forma en que está guionizada la investigación es magistral.

Por cierto, el detalle del color del humo en esa escena, ¿podría ser la primera vez que se hace eso en una película?. No recuerdo a otra antes, solo me vienen a la mente posteriores como Sin city o la lista de schindler.

Muy buena