
Daniela Brown
Mercè
Enric Marco, un sindicalista español, afirma ser un superviviente de los campos de concentración nazis.
El caso de Enric Marco ya había sido objeto de una novela minuciosamente documentada por Javier Cercas. Un tema en el que llevaban tiempo trabajando los cineastas Aitor Arregi y Jon Garaño, con la idea inicial de rodar un documental, proyecto que finalmente no prosperó. Aprovechando el material de esa investigación, lo retomaron en forma de ficción, con un Eduard Fernández en el papel principal absolutamente magistral. La película sigue esta gran impostura: la de un hombre que llegó a ser presidente de la asociación Amicale de Mauthausen (que reúne a los supervivientes españoles de los campos de concentración nazis), sin haber estado jamás internado en uno de ellos. La historia arranca en el momento en que sus mentiras están a punto de ser descubiertas. A través de breves flashbacks, se resume con precisión el recorrido de este mitómano que no temía mirarse al espejo sin experimentar el menor remordimiento. “Marco: la verdad inventada” retrata a la perfección tanto el poder de convicción de este fabulador como su patética ética, pero también consigue presentarlo como un individuo al que no se puede condenar del todo al deshonor, debido al bien que hizo, paradójicamente, a los verdaderos deportados españoles, ignorados durante largo tiempo en el país, incluso tras el fin del franquismo. Más allá del argumento, el largometraje propone una reflexión sobre la memoria, la verdad y la necesidad humana de dotarse de un relato que dé sentido a la vida, incluso si este relato es falso. La dirección de Arregi y Garaño se distingue por su sobriedad: rehúyen los artificios y el dramatismo fácil, apostando por la fuerza de los silencios y las miradas. El ritmo pausado nos permite convivir con las contradicciones del protagonista, sin ofrecer respuestas cerradas. Eduard Fernández sostiene la película con una interpretación impresionante pasando de la arrogancia a la fragilidad, de la elocuencia al silencio incómodo, revelando un personaje complejo, fascinante y repelente a la vez.
“Marco: la verdad inventada” no se limita a contar una mentira histórica, sino que explora la ambigüedad moral de alguien que, en su engaño, también dio visibilidad a quienes realmente habían sufrido. En ese terreno resbaladizo entre el fraude y la utilidad social, entre la farsa y la memoria, la película invita a preguntarse qué pesa más: la mentira del impostor o la verdad que, paradójicamente, ayudó a difundir.
Con una puesta en escena sobria y eficaz, “Marco: la verdad inventada” es una bendición para quienes se apasionan con los laberintos del alma humana y con las zonas grises de la historia.
De nuevo la realidad supera a la ficción porque si algún guionista hubiera escrito que una persona pudiera mantener esta fachada durante treinta años habríamos pensado que no era creíble.
No se puede describir a Enric Marco con otro adjetivo que farsante. El novio de mi hermana lo conoció porque fue a su colegio a dar una de las charlas que aquí se recrean y dice que explicaba las cosas con mucho detalle. No me puedo ni imaginar lo que pudieron sentir los deportados de la asociación ante tal revelación.
Eduard Fernández es un gran actor y su caracterización es sencillamente espectacular. Habiendo visto hace poco 'El 47' 'em faig creus' de que haya tenido dos interpretaciones tan buenas con la ayuda de dos figuras reales tan interesantes.
Bueno, se dice a veces que la realidad supera a la ficción y este caso podría servir como ejemplo, pues como una persona es capaz de crear tal trama y que dure tanto tiempo sin apenas problemas. Se suele confiar en la gente, y tal vez alguna vez habría que ir con el freno de mano echado, pero uno no espera que alguien actúe mal, pues si hubiera que ir con ojo con cada nueva persona que te encuentres, o incluso con alguna persona ya conocida, sería un imposible en el día a día.
De los directores de "La trinchera infinita", la cuál recomendaría, nos presentan la historia de este hombre y como gestiona su vida tras supuestamente haber vivido trágicas situaciones en un campo de concentración nazi.
Es una película interesante, pero de las que pienso que tienes que ir predispuesto a verla, pues si te la pones así de repente puede que aciertes...o no....pues hay tramos que se hace algo densos, rozando el aburrimiento cuando ya está todo sobre la mesa. Creo que va de más a menos en ese sentido.
Hay que mencionar que gran parte de ella es en catalán y se agradece los subtítulos, pues empecé a verla sin ellos, y la cosa pintaba regular, algo entendía pero otras cosas se me escapaban, pero me gusta que se mantengan la lengua en la que se desarrolla el contexto de la película, ya sea catalán, vasco o en gallego.
Quizás lo mejor y más aplaudido de ella sea la actuación de Eduard Fernández, una absoluta maravilla, vaya año ha dado este señor entre ésta película y "El 47".
Por nombrar alguien más diría Nathalie Poza y Júlia Molins, pero por debajo de ese protagonista tan destacado.
Los derechos de propiedad intelectual de las críticas pertenecen a los usuarios que las han realizado y al portal Palomitacas. Para utilizar alguna crítica, debes obtener el permiso expreso de su autor o ponerte en contacto con nuestro servicio de soporte. Palomitacas.com no tiene relación directa con los directores, productores, ni otras entidades asociadas a las películas o series mostradas en esta web. Toda la información y materiales visuales son suministrados por TMDb, conforme a sus términos de uso. El copyright de los pósteres, carátulas, tráilers, fotogramas, bandas sonoras originales (BSO), logotipos, imágenes promocionales, retratos o fotografías de DVDs, Blu-rays, VODs, personas, o Networks pertenece exclusivamente a las respectivas productoras, distribuidoras, o titulares de derechos. Si alguna parte interesada desea que eliminemos contenido, puede contactarnos y atenderemos su solicitud de inmediato.