El cine cristiano rara vez se atreve a salirse de los géneros más convencionales, y cuando lo hace, suele quedarse corto. "The Shift" (El Cambio) rompe con esa tendencia. Es una película de ciencia ficción con un enfoque serio y reflexivo, que mantiene su identidad espiritual sin caer en discursos moralistas ni en la típica historia edulcorada. Se nota que quiere ofrecer algo distinto, y eso es de agradecer.

La dirección de Brock Heasley es ambiciosa, quizá demasiado para los 115 minutos que dura la película. Nos lleva a través de un viaje en el que se mezclan realidades alternativas, dilemas morales y una lucha constante por la esperanza en medio de la desesperación. No es el clásico blockbuster lleno de efectos sin alma; aquí hay una historia con peso, que busca hacerte pensar.

En cuanto al reparto, Neal McDonough destaca con un personaje magnético y perturbador que roba cada escena. Kristoffer Polaha cumple bien como protagonista, transmitiendo la angustia y la lucha interna de Kevin, aunque en algunos momentos el guion no le da suficiente espacio para desarrollar su evolución. Elizabeth Tabish, por su parte, aporta emotividad y credibilidad a su papel.

Visualmente, la película hace un buen uso de sus recursos a pesar de no contar con el presupuesto de las grandes producciones de Hollywood. La ambientación es inquietante y el diseño de producción logra transmitir la sensación de un mundo opresivo. Eso sí, hay ciertos efectos especiales que se notan algo justos y algunos momentos en los que la historia se precipita demasiado.

No es una película perfecta: algunas ideas necesitaban más desarrollo y ciertos momentos podían haber tenido más impacto. Pero "The Shift" es una propuesta única dentro del cine cristiano y de la ciencia ficción en general. No es la típica historia de "buenos contra malos"; aquí hay preguntas difíciles, dilemas morales y una invitación a reflexionar sobre el libre albedrío, la resistencia y la fe.

Es refrescante ver una película cristiana que no trata al espectador como si fuera ingenuo y que no tiene miedo de arriesgarse.