Cinco años después de sorprender al mundo de la animación con su ópera prima 'El secreto del libro de Kells', el director Tomm Moore volvía a adentrarse en la mitología celta irlandesa con 'La canción del mar', una pequeña joya con tintes de fábula clásica sobre el dolor, la pérdida, el amor fraternal y el respeto por la naturaleza. Temas universales y terrenales que Moore envuelve en su ya característico halo de magia y fantasía para explorar el mito de las selkies, criaturas marinas capaces de mudar su piel de foca para adoptar forma humana. El animador irlandés utiliza ese elemento folclórico como un lienzo sobre el que tejer la historia de Ben y Saoirse, dos hermanos que viven en un faro junto a su padre y que deberán enfrentarse de nuevo al recuerdo de su desaparecida madre, la cual se desvaneció hace seis años en el mar dejando tras de sí una familia desolada, una serie de cuentos y canciones antiguas y una misteriosa caracola capaz de entonar una nostálgica canción.

Moore vuelve a demostrar su talento innato como cuentacuentos y nos sumerge en un sencillo, tierno y emotivo relato en el que la música y la animación tienen tanto peso en la narración como las propias palabras, elaborando para ello un llamativo torbellino audiovisual de melancólicas canciones y frías tonalidades que dan forma a una atmósfera realmente única. Todo un placer para los sentidos que sabe apoyarse en su cuidadísima y artesanal animación, en su inmersiva banda sonora y en sus entrañables personajes (¿acaso es posible no adorar a Saoirse a los 5 segundos de verla?) para construir esta carta de amor a las leyendas más ancestrales, a las fábulas de antaño y a esa manera ya casi olvidada de contar historias y de crear mundos en los que podamos perdernos.

La animación es una preciosidad y la historia es un cuento entrañable lleno de magia y color, toda una aventura onírica. El trío formado por Ben, Saoirse y Go me ha encantado, me han dejado a punto de llorar más de una vez.

Una película preciosa que habla de las raíces y el amor.

La cancion del mar o song of the sea nos trae una historia de un viaje a casa del ultimo niño foca pero es mucho mas que eso,un cuento mágico fabuloso el director nos lo trae acompañado de una animación peculiar, visualmente llamativa con una banda sonora que es música para los oídos. Recomendable a todos los niveles para todos los públicos.

Otra que tenía hace tiempo en pendientes y a la que le tenía muchas ganas, así que hasta me da rabia ponerle la nota que le pongo, pero es que me ha dejado un poco desilusionada. A lo mejor tenía las expectativas demasiado altas y por eso no las ha cumplido.
No cabe duda que la animación es resultona, no diría que preciosa, pero sí interesante, y en algunos momentos llena de detalles (la escena del pozo, por ejemplo, me ha parecido una pasada), y tampoco tengo queja en cuanto a la música, pero lo que flojea para mí es la historia, que empieza y acaba muy bien, pero en su parte intermedia ha llegado a aburrirme, y mirar el reloj en una peli de animación de 90 minutos, es algo que creo que no me había pasado nunca. Quizá sea que nunca había oído hablar de las "selkies" (ala, tengo un suspenso en mitología irlandesa) y por eso la he empezado algo perdida, pero en general me ha dejado con una sensación de decepción.