'Comer, beber, amar' es un drama sencillo que gira entorno a una familia y la cocina tradicional china. La suma de ingredientes y sabores produce un resultado agradable y digerible que dependiendo del paladar producirá mayor o menor entusiasmo pero, en todo caso, una buena obra.

Lo primero que se me viene a la cabeza viendo esta película es la gran influencia que tiene Ang lee del gran Ozu y que últimamente solo disfruto (de verdad) con el cine oriental.

Digo lo de Ozu porque me recuerda mucho a él en la manera de contar la vida de una familia, aunque aquí se tira mas para la comedia. Después de verla tengo un hambre brutal, la recomiendo ver con el estómago vacío para que se te caiga la baba.

Nunca me defrauda Ang lee ( bueno, a lo mejor con Hulk, pero no importa.)
En general, muy buena película con un toque muy loco ( o mas real de lo que creemos).

Tanto tiempo demorando el visionado de esta película y por fin ha caído... ;-) La verdad es que, para ser de las primeras dirigidas por Ang Lee, su factura parece la de un experto y refinado narrador de historias, que seguiría siendo una buena presentación a día de hoy, a veintimuchos años de su realización.

"Comer, beber, amar" es una historia sencilla, sin estridencias, de ritmo pausado, dentro de la mejor tradición del cine oriental y de los maestros japoneses de los que, es bien palpable, el cinéfilo Ang Lee ha bebido y asimilado con nota. Los personajes que muestra, una familia de padre y tres hijas son todos protagonistas, tod@s tienen su propia historia que, con mayor o menor suerte o desventura, nunca merecería el término de secundario. Incluso aquellos otros con los que se relacionan tienen características personales muy bien definidas: Ang Lee nunca abandona a ninguna de sus criaturas y ese peso específico que suman se traslada a la acción, a la película en sí, devolviéndonos unas imágenes que destilan veracidad, auténtica emoción.