En la India, dos crías de elefante huérfanas son confiadas a una pareja que las criará como a sus propios hijos. Este documental no es muy sorprendente, pero muestra el cariño que sienten estos animales por quienes los alimentan y atienden sus necesidades.
Un reportaje muy conmovedor sobre la complicidad entre el hombre y el animal. Sin voz en off de un actor pseudo consciente, se deja la palabra a la pareja que se embarcó en esta aventura. Y, francamente, no hay nada más fresco que un bebé elefante...

A mí es que me pones delante un bebé de cualquier criatura, real o ficticia, y muero de amor, y los bebés elefantes son adorables y juguetones. Me he pasado los cuarenta minutos con una sonrisa de oreja a oreja y el corazón blandito viendo a los bebés, pero si hasta sonríen y se comunican y abrazan a su manera.

Pensaba que me iba a encontrar con un documental aburrido como los que suelen poner en la 2 y me he encontrado con una preciosa historia de amor y de familia, sin importar la sangre ni tampoco la especie. Ahora quiero un bebé elefante, además tiene pinta de que son animales de lo más agradecidos.

Por cierto, muero de amor con ***contenido con spoilers*** .

Documental de corta duración sobre una pareja que vive en una pequeña aldea del sur de la India y se dedican al cuidado de elefantes, en especial de dos bebés elefantes, Rhagu y Ammu.

Es muy entrañable ver el cariño con que tratan esta pareja a los pequeños elefantes y como éstos les devuelven muestras de cariño.

Aunque se centran en la crianza de estos pequeños elefantes pero también se muestran pinceladas de como viven los habitantes de esta pequeña aldea perdida en la selva y como conviven con la naturaleza en estado puro, esto hace que el documental nos muestre algunas imágenes espectaculares del entorno. Además de sus costumbres y sus celebraciones religiosas.

Me ha parecido interesante y merece la pena verlo.

La historia que cuenta este documental me recordó a la de Kala con Tarzán, un amor sincero y, a pesar de pertenecer a diferentes especies, humano.

La ambientación transmite una sensación de tranquilidad, de comunión con la naturaleza y ralentización del tiempo.