Drama romántico sobre una zona costera de Carolina del Norte, en la que habitan casi en exclusividad hombres rudos (llama la atención la escasez de mujeres), curtidos por el frio y el mar, dedicados al parecer a la pesca, (aunque se vean mas embarcaciones a vela recreativas que barcos pesqueros) y que con un exceso de sensiblería y pena buscará en todo momento sacarte la lágrima.

Partimos de que Kostner se ha quedado viudo y vive con su padre Newman también viudo (el único que es destacable en cuanto a su actuación, uno de los grandes de la historia del cine, por siempre) en esa zona de costa, y como en el pueblo no hay nada que hacer y le inunda la pena, pues se hace a la mar con sus "barquitos" y tira un par de botellas al agua con mensajes para su difunta esposa (algún terapeuta de la zona se lo habrá recomendado, y será un hombre viudo casi seguro). Las botellitas por cosa del destino se van al norte y llegan hasta Chicago donde parece que las está esperando la periodista separada y con un hijo (¡qué casualidad!) Robin W. Penn que como buena periodista indaga el origen de las mismas para hacer un reportaje.
Todo esto es una premisa inicial, no lo voy a poner como spoiler, pero siento que tu y yo llegados a este punto sabemos ya como va a ir la película.

Fue el primer pelotazo de Nicholas Sparks. Este hombre es especialista en novela romántica, y aún más en que el cine le compre los derechos, porque después de esta vendrían entre otras Un paseo para recordar, o El diario de Noa... está claro el género que trabaja.

Género que no me gusta, pero me lo encontré en TV y le di la oportunidad. Cuenta con un buen reparto, y un buen trabajo actoral en especial de los secundarios. También unas localizaciones preciosas, tanto de la costa este como de las casas y locales que hacen de decorados. Pero es sensiblera en exceso, los dramas internos de los protagonistas la hacen empalagosa, y el final ya es la cereza encima del pastel. No es para mi, pero si el drama romántico es lo tuyo, puede que valores la obra.