Críticas de La escalera de Jacob

Me la he vuelto a ver después de "cienes y cienes" de años y la recordaba más oscura. Realmente no entiendo que se catalogue como terror porque de terror, me vais a perdonar los que decís que sí, no tiene absolutamente nada.
Os compro que es perturbadora, misteriosa, en ocasiones incomprensible, pero terror cero patatero.
Jacob es un veterano de Vietnam que al volver a su casa comienza a sufrir alucinaciones sin sentido haciéndole pensar en teorías conspiranoicas.
Es una experiencia verla.

"La escalera de Jacob", dirigida por Adrian Lyne, es una película que se adentra en los recovecos más oscuros de la mente humana, explorando temas como el trauma, la realidad y la redención. Esta obra cinematográfica, estrenada en 1990, ha logrado mantener su relevancia y sigue siendo objeto de análisis y debate en la comunidad cinéfila.

Desde el punto de vista técnico, la dirección de Lyne se destaca por su habilidad para crear una atmósfera opresiva y desorientadora que refleja a la perfección la angustia y confusión del protagonista, Jacob Singer, interpretado magistralmente por Tim Robbins. La utilización de recursos visuales, como el uso de imágenes oníricas, montajes fragmentados y la intensificación de la sensación de paranoia, contribuyen a la creación de un ambiente perturbador y pertinente para la historia que se narra.

El guion, escrito por Bruce Joel Rubin, aborda el tema del trauma de manera hábil, explorando los efectos psicológicos y emocionales que la guerra y otros eventos traumáticos pueden tener en la mente humana. La trama presenta una serie de giros inesperados y momentos de tensión que mantienen al espectador inmerso en la historia, tratando de desentrañar los enigmas y las pistas que se presentan a lo largo del metraje. Rubin logra establecer una narrativa no lineal que refleja la confusión del protagonista, manteniendo al espectador en constante estado de incertidumbre.

La actuación de Tim Robbins es uno de los puntos más destacados de la película. Su interpretación de Jacob Singer es cautivadora y emotiva. Robbins logra transmitir la vulnerabilidad y el dolor del personaje de manera convincente, llevando al espectador a empatizar con su lucha interna. Su entrega en las escenas más intensas es notable y su capacidad para transmitir emociones complejas es impresionante.

La banda sonora, a cargo de Maurice Jarre, complementa de manera acertada la atmósfera opresiva y angustiante de la película. La música contribuye a crear momentos de tensión y acentúa los momentos de mayor impacto emocional, envolviendo al espectador en una experiencia sensorial más profunda.

En resumen, "La escalera de Jacob" es una película que merece reconocimiento por su enfoque audaz y su tratamiento de temas complejos. La dirección de Lyne, el guion de Rubin y la actuación de Robbins se combinan para crear una obra cinematográfica que desafía al espectador y lo invita a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad y los tormentos internos. Aunque puede resultar perturbadora y desconcertante en ocasiones, esta película ofrece una experiencia cinematográfica única y memorable para aquellos dispuestos a adentrarse en su intrincado laberinto psicológico.

Jacob Singer es un ex soldado que estuvo destinado en Vietnam. En la actualidad tiene problemas para distinguir la realidad, pesadillas, paranoias, etc... ¿Será por el estrés post traumático o hay algo más?
Adrian Lyne se desmarcó en esta ocasión del erotismo de gran parte de sus trabajos en favor de una película innegablemente psicológica, ya queramos llamarla thriller o terror según gustos. Como se suele decir, descenso a los infiernos, obviamente por la escalera, con un resultado oscuro, agobiante, triste, perturbador, etc... En definitiva, otro caso de buena película rodada con un fin diferente al de disfrutar y divertirse....
Recomendable, siendo mínimamente consciente de que vas a ver algo que no es de color de rosa...

Película bélica que nos llevará a un viaje de paranoias de Jacob Singer interpretado por Tim Robbins, un hombre atormentado por desgracias del pasado y veterano del Vietnam.

La historia es compleja, difícil de entender el significado que el director quiere ir mostrando es esa vida atormentada y de locura de Jacob Singer, la vas viendo y es, pues un hombre que ha quedado tocado después de la guerra, cuando se acerca el desenlace de la película ya encajas muchas piezas y parece que entiendes todo lo que te han ido contando, pero la escena final me ha vuelto a dejar descolocado.

A mi personalmente no me ha terminado de atrapar, ni me ha entretenido por lo tanto no es una película que por mi parte pueda recomendar.

Para mi la ambientación y esos planos de ida de cabeza entrelazados con flashback de la guerra son lo mejor de la película, intentando transmitir a un hombre descolocado y atormentado por su pasado. Me parece una buena interpretación de Tim Robbins porque consigue trasladar al espectador esos sentimientos.

La sensación al terminar la película es que no la he terminado de pillar el punto y seguramente de entenderla.

Esta es una de las películas de miedo que siempre primero recomiendo. Una que es distinta a las generales de susto fácil y que tienes que ver dos veces y leer para entenderla.

Todo gira en torno a un soldado que viene de la guerra de vietnam, algo bastante visto en el cine, pero a pesar de tener una historia común, merece muchísimo la pena verla. El nombre de la película y de los personajes no están puestos en vano, ya que todo gira a la historia biblica de la "escalera de Jacob".

No ha envejecido nada mal, para mi es una película que para los que les guste el cine de terror y las películas con mucho significado y simbolismo debe ver, además gracias a esta película tenemos un montón de películas posteriores basadas en ella, como por ejemplo, Silent Hill.

Autoridades sanitarias deberían hacer ésta advertencia antes del inicio de la cinta.
- Si es usted paranoico o sufre algún síndrome postraumático no le recomendariamos el visionado de esta película. Afectará a su sistema nervioso cual bomba de Hiroshima.
Y es cierto que hay que prepararse porque no es de fácil asímilación aunque continuamente te estén avisando de donde estás . La aceptación de la realidad no es tan sencilla y siempre depende de por donde la mires. Así que ponte cómodo y olvida las drogas que aquí no sirven. Debe ser como un viaje de Peyote, vete a saber donde caes, pero en pie seguro que no lo harás.
Este es el juego que nos presenta Adrian Lyne saliéndose un poco de sus clásicos melocotonazos. Y vaya si se distancia con esta película extraña y confusa que juega al despiste del espectador con un buen conductor, un confuso Tim Robbins que anda perdidisimo en su descenso por los círculos de Dante .
Recuerdo haberla visto pocos años después de su estreno y me dejó la cabeza muy loca.
Con este segundo visionado la he disfrutado mucho más y no la he visto tan paranoica como la recordaba.
Recomendable para los sangratochas y sobre todo, acomódense y disfruten de los aires a Apocalipsis Now de la mano de Maurice Jarre que se marcan en el inicio. Será el único momento de paz que les espera hasta el fin.

Según el libro bíblico del Génesis, la escalera de Jacob era una estructura que conectaba el Cielo y la Tierra y que los ángeles, de acuerdo con una visión que el patriarca Israel tuvo en sueños, utilizaban para ir y venir de un plano a otro. Este pequeño pasaje es el que serviría de inspiración para el título de 'Jacob's Ladder' y para la historia de su protagonista, Jacob Singer, un veterano de Vietnam cuya realidad comienza a desmoronarse a raíz de una serie de alucinaciones y flashbacks que atormentan su ya de por sí frágil estado mental. Un singular viaje hacia los rincones más oscuros de la mente de Jacob y una delirante odisea cargada de simbolismos, pasajes oníricos y situaciones perturbadoras más propias del cine de terror que de un drama al uso. No terror en su forma más macabra y visceral, sino esa clase de terror psicológico que genera agobio, malestar e inquietud ante aquello que no podemos comprender ni asimilar (no en vano, la película sirvió de gran inspiración para la saga de videojuegos 'Silent Hill').

Sobre ese escenario de pesadilla se irá construyendo una opresiva y lisérgica atmósfera, tan etérea y a la vez tan densa como la más cerrada de las nieblas, que nos irá sumiendo a nosotros mismos y al propio Jacob en la duda constante sobre qué parte de lo que vemos es real y qué no. En ese sentido se agradece la forma en la que el guion va jugando con esa ambigüedad sin dejar nunca abandonado al espectador, facilitando las suficientes pistas como para ir atando cabos y, al mismo tiempo, haciendo que la historia siga siendo atractiva incluso en el caso de que hayamos intuido cómo será el final. Angustiosa y fascinante a partes iguales, no cabe duda de que 'Jacob's Ladder' no es una experiencia para todo el mundo, pero aquellos que logren entrar en su propuesta encontrarán no solo una dura crítica a los sinsentidos y consecuencias de la guerra, sino también un hipnótico descenso hacia los infiernos más profundos del alma humana.

El británico Adrian Lyne (Flashdance, Atracción fata, Una proposición indecente) cambia totalmente de género para dirigir "Jacob's Ladder", una especie de thriller psicológico que mezcla intriga, terror y surrealismo.

Es difícil describir "Jacob's Ladder". En ella seguimos a un veterano de la guerra de Vietnam llamado Jacob que parece experimentar extrañas alucinaciones. A medida que avanza la historia van aumentando las alucinaciones, pesadillas y flashbacks de Jacob, haciendo que dudes de todo, y haciendo cada vez más evidente que no se trata de un verdadero thriller; y de que lo importante no es resolver ningún misterio, sino saber leer entre líneas en cada una de las escenas y diálogos. La verdad es que en la segunda mitad de la película las referencias religiosas y las metáforas son totalmente evidentes, y se puede predecir el final.

Aunque haya algunas referencias que evidencian de que trata la historia, empezando por el propio título bíblico de la película, el guion es complejo, y su estilo de narrativa también. A esto se le suma una dirección de estilo casi experimental, que busca crear confusión y desconcierto. Personalmente, no me gusta especialmente este estilo de dirección; y aunque tenga todo el sentido para la narrativa de la historia, no me ha convencido en absoluto. De hecho me he sentido un poco defraudado, porque en la primera mitad pensaba que estaba viendo un thriller sobrenatural, pero ya en la segunda mitad he entendido que sucedía, y se me ha hecho predecible y algo farragosa.

Hay que decir que Tim Robbins está increíble en este papel dramático, consiguiendo transmitir la confusión y la angustia de Jacob.

Desde luego, "Jacob's Ladder" no es apta para todos; y si esperas un thriller, te puedes ver decepcionado, como me paso a mí. Y aunque reconozca la calidad de su guion, acaba siendo demasiado metafísica y religiosa para mi gusto.

Para empezar he de decir una advertencia, creo que es más disfrutable ver el film sin saber absolutamente nada, para sacar tus propias conclusiones, puesto que si lees o ves el trailer ya te están desvelando casi todo el misterio.

La escalera de Jacob es una película misteriosa, terrorífica y muy dramática; tiene muchas incógnitas que no te terminarán de resolver y tendrás que buscarle tú mismo su significado, haciéndote reflexionar. Para mi todo esto como dice la sinopsis de la peli es un descenso al infierno o el mismísimo purgatorio, con un desenlace satisfactorio. Aun así no le veo una gran enseñanza, salvo la crítica a las prácticas realizadas con el ejército, como si se tratasen de ratones de laboratorio, pero creo que es una enseñanza que toda persona cuerda y reflexiva puede sacar sin necesidad de representación.

No creo que sea para tanto, puesto que tampoco destaca por las interpretaciones de sus actores y no puedo recomendarla.

Leyendo las críticas de mis compañeros y viendo que aparece el terror entre sus géneros, me esperaba algo espeluznante que me costaría ver. La verdad, no sé dónde está el terror. Sí, salen cosas un poco extrañas, como esas caras medio fantasmales, pero ni siquiera dan buenos sustos ni nada parecido, ni son tan horribles.

La película trata sobre un veterano de Vietnam con varios traumas a sus espaldas, como no podía ser de otra manera, y cómo esos traumas le juegan malas pasadas. Sobre todo juega con el espectador haciéndole preguntarse qué es verdad y qué no. ¿Está alucinando? ¿Son pesadillas? ¿Es el delirio por la fiebre? ¿Está muerto y se encuentra en el Purgatorio? Creo que es bastante predecible en cuanto a la resolución a ese misterio, me lo veía venir, pero el viaje es bastante interesante. La crítica al ejército y al gobierno está ya muy vista, pero ayuda bastante con el conjunto.

La experiencia es curiosa, pero es más eso, la experiencia, lo onírico, el verse inmerso en ese viaje, que una trama consistente como tal y un buen guión. No está mal para pasar el rato, y no me he aburrido, pero tampoco me ha apasionado.

Película con la que Tim Robbins empezaría realmente su carrera.
Historia que en muchos aspectos recuerda a Silent Hill y nos mantiene confusos hasta cierto punto. No puede ser que tan pronto en la cinta aparezca una vidente y le diga que está muerto, se pierde todo el juego mental que estaba teniendo hasta ese momento .

Inspirada clarísimamente en la parte de Vietnam por Apocalypse now, es una película que atrae por muchas cosas bien que hace, sobre todo cuando se pone mas enigmática (mi parte favorita la del inicio en el metro), pero que al mismo tiempo tiene un guionista que no da para mas (Ghost, deep impact, stuart little 2...) aunque diría que es su mejor trabajo, pero me cabrea mucho la poca sutileza con la que transcurre todo y que creo que está película si necesitaba.

PD: Que sorpresa me he llevado cuando ha salido una de las escenas del opening de Chainsaw man y justamente el personaje que hace de Macaulay Culkin en el anime no podía ser mas evidente xDD.

La escalera de Jacob es una película de misterio y drama, protagonizada por Tim Robbins.

Un hombre atormentado por varios motivos (excombatiente en Vietnam, un hijo perdido, un matrimonio pasado), trata de no perder del todo la cabeza junto a su actual pareja.

La película es un descenso a los infiernos de la mente del protagonista, siguiendo sus pasos cada vez más perdidos en la tormenta. En este sentido la película logra su objetivo, atormentando también al espectador en una primera mitad de película que se hace difícil de ver, incómoda, densa, hasta que en determinado momento, al menos logra un rumbo para buscar respuestas sobre por qué le pasa lo que le pasa. En este punto la película se ha vuelto más interesante y dinámica, con una explicación final que la esperaba más enrevesada, y quizá si la película hubiera sido más moderna, lo habrían retorcido todo más, pero aquí se queda en una explicación más sencilla y efectiva.

Se me ha hecho bola, lo siento. Enésima película sobre un soldadito traumatizado de esas que tanto les gusta hacer a los yankis para intentar que te dé mucha pena el soldadito. Nunca he logrado empatizar con estas narrativas ni voy a empezar ahora, la pena siempre será para el país invadido y para la población a quienes matan esos soldaditos. Que sí, que son carne de cañón y es cierto que la película contiene una crítica importante y obvia al aparato militar pero para mí se queda muy corta, centrándose (como no podía ser de otra manera en una película estadounidense) en el pobre soldado atormentado blablabla. Lo de siempre.

A favor hay que reconocer que la actuación de Tim Robbins es muy buena y refleja perfectamente la confusión y desesperación del protagonista. Es la misma que sentimos nosotres como espectadores ya que nunca sabes muy bien qué está pasando, qué es real y qué no... hasta el final, que básicamente da todas las respuestas. Sí es cierto que es una manera original de representar el trastorno de estrés post-traumático en personas que han participado de una guerra, con todos los símbolos, el tormento, lo onírico, el dolor... No obstante, para mí es demasiado larga para lo que quiere contar. Y terror no hay, es más una especie de tortura psicológica.

No volvería a verla, no es mi tipo de película para nada. Hay muy pocas películas bélicas que me merezcan la pena.

La Escalera de Jacob o la pesadilla de un hombre que se hunde lentamente en la locura. ¿A menos que no esté loco? Aterradora y angustiosa, esta pequeña película, que desgraciadamente pasó desapercibida. Cuesta creerlo, pero "La escalera de Jacob" es una película de Adrian Lyne, un director despreciado por la mayoría de los cinéfilos. Y, sin embargo, en esta filmografía prohibida en la que a veces se pierden algunos buenos desechos, está esta pequeña joya de cine fantástico. La dirección es muy fría, la estética tan sombría y pesada como se pueda desear, y la deslumbrante luminosidad de la fotografía, indicios que no engañan... Básicamente, La Escalera de Jacob es un mito bíblico que simboliza la separación del Hombre y lo divino. Es un título que resume perfectamente el viaje de Jacob, un hombre desesperado que sube por una escalera con diferentes universos intermedios, formando el árbol de la vida. Siguiendo el modelo de esta enrevesada estructura, el guion de Bruce Joel Rubin, es fascinante, finamente elaborado y con una fuerte inclinación mística, es una obra muy lograda con suficiente sustancia narrativa para alimentar los guiones de una docena de películas actuales. El resultado es una película con momentos de auténtico horror. ( la escena de la fiesta que acaba en orgía demoníaca o la del cruce del hospital entre extraños pacientes y miembros amontonados ) y otros llenos de emoción (el final hace que se me salten las lágrimas siempre ), tenemos una película que merece ser vista y apreciada. Tim Robbins se gana la medalla de gran actor con su notable interpretación en la película; Elizabeth Peña no escatima esfuerzos para mantenerlo cerca de ella; Danny Aiello está perfecto como el "ángel" protector; e incluso Macauley Culkin es soportable. Y Maurice Jarre, el inmenso compositor, nos brinda una banda sonora muy memorable (sobre todo la hermosa pieza que acompaña a Jacob en los planos finales de la película).

La película nos entremezcla diferentes lineas temporales y te pasas haciendo cábalas de cual será en realidad la buena, aunque hay una pista continua pero que no sabes e cual de ellas encajarla, pero que es obvio que le ha pasado.

Por momentos se dan actos sobrenaturales, en otros enfermedades mentales como el TPT, surgen teorías conspiranoicas, etc, lo que viene siendo un completo, además todas bien elaboradas.

En los últimos compases de la película se descubre que se utilizó una droga durante la guerra de Vietnam, y las consecuencias de esta hace que el protagonista, Jacob vaya hilando lo sucedido y lo une a lo que su quiropráctico le cuenta, para así tras luchar por sobrevivir, nos descubren la realidad, no salió de Vietnam, estaba luchando mediante recuerdos por mantenerse vivo de tal episodio violento.

La imagen de los Estados Unidos de los 80 siempre es un placer verla, la crítica social hacia el uso de una droga que siempre se ha negado, a diferencia del cine patriota típico del país también encandila, y Tim Robbins se come la pantalla a lo grande.

Película recomendable, con mucho que sacar, pensar, y sobretodo, disfrutar.