Críticas de Decision to Leave

Le doy un tres porque está bien dirigida, y la buena fotografía habitual, nada más. Pero vaya aburrimiento y ganas de hacer compleja una película, para que haya que recurrir a tutorial y solo así entenderla. Y seguro que luego es super sencilla, pero hecha así para que parezca mejor. Siempre me pasa lo mismo con este director, de hecho, lo único que me gusta suyo son las cosas que hizo en Occidente: Stoker y la serie La chica del tambor.

Tuve la suerte de poder disfrutar de Decision to Leave en una proyección gratuita y puedo decir, sin miedo a nada, que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida.

Pues nos encontramos con una trama con un ritmo un tanto curioso, donde al principio te descoloca por completo por no saber hacia dónde irá. Pero conforme avanzamos vamos acostumbrándonos a la visión del director.

Todo ello sin contar las grandes actuaciones de los actores principales. Demostrando una gran química en cada escena, dejando al espectador en suspense sin saber que terminará ocurriendo.

Ha sido una experiencia única que me gustaría volver a repetir cuando se lance en plataformas y salga en físico. Pues tengo la sensación que es de esas películas que cuanto más las veas, más te gustarán.

Seis largos años han tenido que pasar para que Park Chan-wook regresara a la gran pantalla con la esperadísima 'Decision to Leave', un inclasificable thriller romántico donde intriga y pasión se dan la mano para crear una experiencia cinematográfica realmente única. El cineasta surcoreano, jugando esta vez con el género noir en su vertiente más clásica —se aprecian ciertas reminiscencias al estilo del maestro Hitchcock, entre otros—, nos sitúa tras la estela de Jang Hae-joon, un experimentado detective cuya propia vida, tan metódica como ordenada, comenzará a tambalearse cuando comience a desarrollar una irrefrenable atracción por Song Seo-rae, la esposa de un hombre muerto en extrañas circunstancias y, al mismo tiempo, principal sospechosa del caso. Un amor prohibido que poco a poco irá dando forma a una historia en la que el deseo, la obsesión y la pérdida se conjugarán para adentrarnos en un absorbente relato sobre la complejidad de las más primitivas pulsiones humanas.

En el apartado técnico, Park Chan-wook vuelve a demostrar su ya característico perfeccionismo para deleitarnos una vez más con una película que, a nivel puramente visual, es un auténtico espectáculo. Sin embargo, ese gusto por la meticulosidad estética va un paso más allá para servir a su vez como una herramienta más de la propia narrativa, la cual hace uso de una amplia paleta de cambios de plano, perspectivas retorcidas, transiciones imposibles y metáforas visuales que permiten que la realidad se vaya deformando mientras caemos en el pequeño rompecabezas argumental propuesto por el director. Es cierto que también renuncia a la visceralidad de títulos como 'Oldboy' o 'The Handmaiden', pero, a cambio, Park Chan-wook nos adentra en una impecable lección de lenguaje cinematográfico cuya sutileza y elegancia elevan todavía más, si cabe, el carácter simbólico de este poético, casi onírico, ejercicio de estilo sobre los inexplicables caminos del amor y la pasión.

Un thriller con reminiscencias clásicas que remiten al 'Vértigo' de Alfred Hitchcock, con una trama romántica, mezclada con obsesión e investigación policíaca. Park Chan-wook dirige una historia que, al igual que su maravillosa 'La doncella', está diseñada para descubrir más detalles con posteriores revisionados.

Park Chan-wook regresa a la gran pantalla seis años después de su magistral 'The Handmaiden', una de las mejores películas de los últimos años que con el paso del tiempo no ha hecho más que confirmar su estatus para la posteridad. Regresa con 'Decision to Leave' en lo que supone ser una versión mucho más clásica y calmada del maestro coreano si lo comparamos con sus obras anteriores.

Tiene la obsesión que impulsa a 'Vertigo' de Hitchcock, el misterio y la dualidad de Ayako Wakao en 'A Wife Confesses' de Masumura, el lirismo romántico que baña a 'In the Mood for Love' de Wong Kar-wai y la fatalidad que golpea en 'Casablanca' de Michael Curtiz.

"Cuanto más cerca miras, más profundo caes" viene a rezar el lema de la película, y así es como se desarrolla su trama definida por el propio cineasta como una suerte de dualidad entre la investigación y el romance. Cuanto más cerca está Park Hae-il de la verdad, mayores son los sentimientos que desarrollan ambos. Una película sutil, elegante y dinámica que te atrapa sin que te des cuenta y te golpea cuando menos lo esperas. Plagada de detalles en cada plano y con una puesta en escena absolutamente magistral, que eleva la película para que resulte la estimulante experiencia a la que nos tiene acostumbrados el cineasta coreano, aunque esta vez se aleja de toda la energía, violencia y explosividad de sus trabajos más conocidos.

Los actores están maravillosos. Park Hae-il logra reflejar los más profundos sentimientos con los mínimos gestos posibles, es un trabajo sumamente hábil y delicado. Especial mención me gustaría hacer sobre Tang Wei, la actriz china que nos regala uno de sus mejores trabajos a través de un personaje prácticamente imposible de descifrar. Se mantiene en el filo de la navaja y nos hace dudar durante toda la película, es un imposible hecho realidad gracias a su talento, lo majestuosos de su belleza y el inteligente juego de idiomas entre el chino y el coreano que se utiliza.

Además, cierra la actriz china con este trabajo una trilogía con la temática de femme fatale para enmarcar: 'Lust, Caution' de Ang Lee (2007), 'Largo viaje hacia la noche' de Bi Gan (2018) y 'Decision to Leave' de Park Chan-wook (2022). Un tríptico para enamorarse del cine asiático contemporáneo brillante.

Según palabras del propio Park buscaba "hacer una película para adultos en la que contar una historia sobre el amor y la pérdida no de una forma trágica, sino con sutileza, elegancia y humor con la que todos pudieran empatizar".

Si lo ha logrado o si esta conseguirá trascender del momento como algunos de sus trabajos previos solo nos lo dirá el tiempo. Para quien escribe estas líneas la película funciona endemoniadamente bien y añade otra pieza memorable a una de las mejores filmografías contemporáneas.

¿Y lo mejor de todo? Por todas sus cualidades, su mimo en los detalles y su sofisticación, nos invita a volver a ella en repetidas ocasiones para extraer, observar y disfrutarla todo lo posible.