Esta es una película que me ha hecho sentir malestar. Han habido films con los que me he emocionado con su final, pero soy incapaz de recordar otra película que me haya dejado tocado como esta.

Probablemente tiene que ver porque aunque es ficción, no deja de hacerme pensar en casos reales de Japón relacionados a menores como el de Junko Furuta o el de Nevada-tan.

Y ese crimen sobre el que gira la trama, y que visualmente resulta tan poca cosa, es mucho más perturbador que cualquier película gore que haya podido ver, porque la víctima es una niña pequeña y los autores son dos adolescentes, y la frialdad en que cometen el acto en sí es escalofriante.

Pero la sensación de asco que provocan los dos estudiantes, a los que la profesora Yuko apoda como A y B, no se limita a ellos, sino también el resto de la clase que demuestra una crueldad igual a la de estos, e incluso Mizuki, que pareciendo demostrar amabilidad a diferencia de los demás, acaba mostrando tener su propio lado oscuro; y por el lado de los adultos el sentimiento que ha sido similar: la madre del estudiante B, blanqueando su crimen; la propia profesora Yuko que, aunque logro comprender que quiera llevar a cabo su venganza, no le importa utilizar a personas que nada tienen que ver con el crimen; o Werther que aun siendo bienintencionado y apasionado por su trabajo, acaba resultando un completo naive que termina siendo culpable indirecto de varios de los hechos que tienen lugar en el film.

La historia se va construyendo como un rompecabezas en el que nuevas piezas se van añadiendo para recontextualizar elementos previos, aunque sin duda la primera media hora, con la confesión de la profesora, es lo mejor del film, ya que se trata de un planteamiento simple y que es, dentro de lo que cabe, plausible.

Luego a medida en que nos acercamos al final las cosas se salen un poco de madre; los estudiantes tienen trece años, lo que hace que ese crimen que da pie a la historia sea tan impacante, pero cuando empiezan a llevar a cabo ciertos actos (en especial estudiante A en el clímax de la cinta) saca un poco de la historia.

Otro problema que tiene la cinta son algunos fallos de raccord que aunque en general se pueden pasar por alto, no ocurre lo mismo con los del reloj cuando este está en primer plano.

Si te gustan los thrillers, es una película que recomiendo si tienes estómago, porque puedes pasarlo mal.

'Confessions' comienza con una premisa aterradora: la venganza de la profesora sobre los dos alumnos responsables de la muerte de su hija ha comenzado. Es la firma de despedida de una profesora que ha perdido aquello que más amaba.

Sin saber nada de la película, tras este inmenso monólogo con una BSO más que acertada que se convierte en delicia cuando suena Radiohead, uno no sabe claramente a qué va a enfrentarse, pero la expectación es máxima.

El problema viene cuando conforme avanza el metraje vemos como la trama cae en los excesos, y la perturbación inicial comienza a convertirse en algo inverosímil, falto de credibilidad. Aún así resulta interesante, esperaba un poco más dado su genial inicio, pero no dejaría de recomendarla.

«Confessions» es una película de cosecha japonesa, sobre hasta qué límites puede llevar la locura en un instituto si no se controla, llegando a límites insospechados. La verdad es que no terminó de convencerme, el cine japonés es muy peculiar y a veces peca de diluirse demasiado metiendo situaciones llamativas.

Tiene buena calidad de imagen y sonido, con voces dobladas al castellano a la altura.

Creo que hay cosas mejores, pero está bien para pasar el rato.

Una película que al inicio parece compleja, pero que hacia la recta final cae en lo artificioso (me recuerda bastante a oldboy), pero todo esto con una poesía en las imágenes que le da mas peso y ese montaje que hace que todo se vaya hilando.

Tengo entendido de que está basada en una obra de teatro, y se nota bastante en la puesta en escena y el guión.

Mas allá del argumento central, nos habla claramente de la educación, pero no solo la de la escuela, sino la principal que es en la casa.