Críticas de 7 días en Entebbe
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El 27 de junio de 1976 un avión procedente de Tel Aviv es secuestrado. Los terroristas piden la liberación de los presos palestinos en Israel, con la amenaza de asesinar a los pasajeros del avión, convertido en rehenes. El avión aterrizó en Entebbe, Uganda, donde tuvo lugar una de las operaciones de rescate más impactantes de la historia reciente.
RESEÑAS Y VALORACIONES DE 7 días en Entebbe
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6 / 10
Una película que se centra en lo que no debe o el título está erróneo. Lo del tema del baile que hay, está muy bien narrativamente si la película tratara sobre otra cosa. Me parece que se han intentado hacer varias cosas pero que no se han centrado en la principal.
Lo mejor, Eddie Marsan que es un crack.
En general, esta bien para conocer lo que ocurrió y de dónde viene el conflicto entre Israel y Palestina.
Lo mejor, Eddie Marsan que es un crack.
En general, esta bien para conocer lo que ocurrió y de dónde viene el conflicto entre Israel y Palestina.
Valoraciones en tu crítica:
7 / 10
Así me la ha contado mi portera
Una parejita de alemanes se lleva de vacaciones a Uganda a todo un avión de pasajeros. Problema: ellos no querían. El gobierno israelí los intenta convencer, pero poco. Y todo el rato sospechas que se va a liar, se va a liar... y claro, pues se lía. Hechos Reales.
No esperes un análisis sesudo, pero…
Jose Padilha, después de Tropa de élite (2010) y un par de resbalones en pantalla grande, toma el secuestro de un avión en 1976, con docenas de pasajeros israelíes, y nos cuenta la semana de tensión internacional que se vivió por aquel entonces.
Lo hace con rigor y con la voluntad de, sin ser equidistante, pero sí neutral, dar voz a todas las partes decantándose por la opción que ninguno toma: el hablar. No da a conocer a los secuestradores y nos presenta al gobierno israelí, sin ser complaciente con ninguno.
Padilha hace hincapié en el dilema moral que supone la negociación, no solo en el conflicto concreto, sino entre las partes implicadas. La película no se centra nunca en las víctimas, lo que a unos les parecerá inteligente y a otros falto de empatía.
Que Rosamund Pike es una bestia de la interpretación no es descubrir nada nuevo — solo hay que verla en Perdida — pero poco reconocimiento se le hace a Daniel Brühl, siempre en su lugar y sin un gesto de más. Fabuloso.
Pese al tono pragmático del film, Padilha se apoya en una coreografía de danza, realizada por Ohad Naharin, que camina en paralelo durante el film, con un sentido simbólico sobre el ciclo interminable de la violencia que a veces desconecta con la intensidad de la acción.
El punto fuerte del film es su rigor histórico, tanto en las negociaciones (se filmó en la propia sede del gobierno israelí) como en la operación militar. Si bien, la parte central detiene un tanto el ritmo de la película, pero que es necesaria para entender el proceso paralelo con multitud de conexiones internacionales.
Las recomendaciones del gato
✅ Te gustará si quieres entender el conflicto de Oriente Medio y no tienes ganas de hacer un máster y te apasionan los relatos históricos intensos.
❌ Huye si esperas un rescate a lo Chuck Norris y piensas que se necesitan más tiros y menos arte conceptual.
Una parejita de alemanes se lleva de vacaciones a Uganda a todo un avión de pasajeros. Problema: ellos no querían. El gobierno israelí los intenta convencer, pero poco. Y todo el rato sospechas que se va a liar, se va a liar... y claro, pues se lía. Hechos Reales.
No esperes un análisis sesudo, pero…
Jose Padilha, después de Tropa de élite (2010) y un par de resbalones en pantalla grande, toma el secuestro de un avión en 1976, con docenas de pasajeros israelíes, y nos cuenta la semana de tensión internacional que se vivió por aquel entonces.
Lo hace con rigor y con la voluntad de, sin ser equidistante, pero sí neutral, dar voz a todas las partes decantándose por la opción que ninguno toma: el hablar. No da a conocer a los secuestradores y nos presenta al gobierno israelí, sin ser complaciente con ninguno.
Padilha hace hincapié en el dilema moral que supone la negociación, no solo en el conflicto concreto, sino entre las partes implicadas. La película no se centra nunca en las víctimas, lo que a unos les parecerá inteligente y a otros falto de empatía.
Que Rosamund Pike es una bestia de la interpretación no es descubrir nada nuevo — solo hay que verla en Perdida — pero poco reconocimiento se le hace a Daniel Brühl, siempre en su lugar y sin un gesto de más. Fabuloso.
Pese al tono pragmático del film, Padilha se apoya en una coreografía de danza, realizada por Ohad Naharin, que camina en paralelo durante el film, con un sentido simbólico sobre el ciclo interminable de la violencia que a veces desconecta con la intensidad de la acción.
El punto fuerte del film es su rigor histórico, tanto en las negociaciones (se filmó en la propia sede del gobierno israelí) como en la operación militar. Si bien, la parte central detiene un tanto el ritmo de la película, pero que es necesaria para entender el proceso paralelo con multitud de conexiones internacionales.
Las recomendaciones del gato
✅ Te gustará si quieres entender el conflicto de Oriente Medio y no tienes ganas de hacer un máster y te apasionan los relatos históricos intensos.
❌ Huye si esperas un rescate a lo Chuck Norris y piensas que se necesitan más tiros y menos arte conceptual.
Valoraciones en tu crítica:
5.5 / 10
Cuenta lo que paso pero incluso podrian haberla acortado. Lo de la danza, yo por lo menos no lo entiendo.
Valoraciones en tu crítica:
Mi Opinión / Critica de 7 días en Entebbe
Puedes valorar del 1 al 5 y de manera opcional las sub-categorias que desees. Si tienes dudas sobre lo que supone darle un 5 a ciertas categorias, más abajo encontrarás información al respecto.
Lo mejor: La subtrama geopolítica que se desarrolla en los despachos del gobierno de Israel.
Lo peor: El montaje de la secuencia de rescate y cómo se han intercalado las escenas de ese número musical tan atractivo como innecesario.