Julián Bravo

La historia de su vida comienza con su nacimiento en España, pero de pequeño se vino a vivir al D.F. Siendo apenas un niño su mama lo llevo a un casting para un comercial para televisión con la esperanza de ganarse 200 pesos de paga pero del cual solamente gano una bolsa de dulces y la oportunidad de conocer a Jaime Jimenez Pons quien producía muchos programas de televisión de ese entonces, (La criada bien criada, hogar dulce hogar y otros). Como le agrado mucho a este productor, lo invito a participar en pequeños papeles de películas como “La vida de Pedro Infante” y “Cri Cri el grillito cantor”, mismas que le dieron la oportunidad de demostrar su talento. Tiempo después alternó con gente de la talla de Resortes, Joaquín Pradave y demás estrellas del cine nacional hasta que le llego su primera oportunidad de hacer un papel protagonista en una película que lo marcaria para siempre: “Mi Primera Comunión”, misma que lo catapultó a la fama. La trama es sencilla pero bastante dramática: Son las peripecias de un chavito que se obsesiona por hacer su primera comunión en un fino traje blanco (como podrán imaginar su origen era muy humilde, típico de las películas mexicanas).

Este drama lo convirtió en ídolo infantil y conocido en todo el país. No obstante con el paso del tiempo Juliancito se hizo adolescente y su encanto infantil acabó. Eso, y la baja de producciones mexicanas fueron afectando su trabajo hasta que terminó apareciendo en filmes de baja calidad y teniendo algunas candentes escenas muy alejadas de lo que lo hiciera famoso originalmente.